Cada uno de nosotros, como jugadores, tenemos en mente un juego ideal, una dinámica perfecta, una aventura que sabemos nos atraparía por mucho tiempo. Incluso muchos habremos hecho bosquejos del concepto, del arte, de las ideas en un intento de llevar ese "sueño" a otro nivel. Diría que para mi Black Talons es un juego que muy bien podría ser aquel que me hubiera gustado hacer.

Quienes visitan J de Juegos con frecuencia casi con seguridad ya conocen mis gustos. Soy aficionado a la saga Men of War y Star Wolves, a juegos en la línea de Ground Control: Operation Exodus y Soldiers of Anarchy no me disgusto Jagged Alliance: Back in Action, me llama la atención el reboot de X-Com en XCOM: Enemy Unknown, me gusta el concepto detrás MechWarrior y sigo esperando por que Mech Commander aparezca en GOG. Ahora bien, el juego de Camel 101 tiene algo de los citados productos y bastante de uno que otro de ellos, inclusive varios resultan ser la inspiración del equipo de desarrollo.

En Black Talons somos el comandante de un grupo de mercenarios que viajan en su Crucero de Batalla (Battlecruiser) cumpliendo misiones para el mejor postor, pero también sabiendo bien qué pasa si nos cruzamos con quien no debemos. Es el año 2179, el espacio ya es hogar de buena parte de la Humanidad; alianzas y nuevas naciones han nacido en planetas distantes. El futuro se ve prometedor, pero no falto de conflictos.

Según la página de KICKSTARTER el juego es uno de estrategia táctica en tiempo real con un fuerte, e importante, componente rol. La impresión que dejan los vídeos está en la línea del citado Ground Control: Operation Exodus, también de World in Conflict, sin embargo la descripción del concepto que posee el equipo de desarrollo lo pondría más en tono con Jagged Alliance: Back in Action y Men of War. Es decir, un enfoque más táctico, más personal, donde las unidades, sus habilidades y los recursos en general deben ser aprovechados al máximo.

Como mercenarios queda sobreentendido que tras cumplir misiones recibimos algún tipo de recompenza, llamémosles créditos, pues bien, como comandante tenemos la libertad de decidir cómo, dónde y en qué invertimos lo ganado. ¿Mejor equipo? ¿nuevos reclutas? ¿más armamento? ¿mejoras para nuestro Battlecruiser? ¿chásis de Mech más moderno?. Con el potencial en este apartado que sólo la saga desarrollada por Best Way y Digitalmindsoft presenta, no hay verdadera restricción en las posibilidades que tendría un juego diseñado sobre la base de un componente rol relevante y que complementa al lado táctico de la jugabilidad.

Nuestras tropas pertenecen a diferentes clases (reconocimiento, táctico, asalto, soporte, ingeniero) y tienen un carácter persistente, por lo que conviene mucho cuidarlas y no considerarlas sólo carne de cañón (podrán evolucionar a lo largo de un árbol de destrezas único y ganar así bonos y otros). Será decisión nuestra, como comandante, a quién enviar a qué misión. Hasta podremos pedir refuerzos de la nave siempre y cuando queden tropas, o incluso que nos preste algo de apoyo desde órbita con su armamento.

También podremos contar con el apoyo de equipo pesado en la forma de Mechs de diferentes capacidades y tonelaje a los que tendremos toda la libertad de armar y equipar a gusto, sin olvidar el asignarle el piloto (o la piloto) más adecuado. Sólo en el vídeo de presentación ya podemos ver ametralladoras pesadas, lanza-cohetes, cañónes de plasma, rifles laser, rayo de partículas, en fin, habrá para todos los gustos y necesidades. No hay que olvidar el equipo especial como ser un sistema de ubicación de blancos, un generador de escudo de energía o un aparato para causar interferencia en las comunicaciones del enemigo.

En lo que respecta a jugabilidad se puede apreciar un control por escuadrón (al estilo Company of Heroes --aunque esta impresión es algo que pienso confirmar), la presencia de un modo de cámara lenta (al estilo de lo que es posible usar en Men of War) para dar ordenes y ser más táctico sin dejar de calificar como "en tiempo real". Un sistema de cubierto inteligente que permite a nuestras tropas buscar donde y cómo cubrirse sin tener que perder tiempo asignando lugar a cada uno (o una). Y, entre medio la acción, está un sistema diplomático que de seguro abrirá o cerrará las puertas a las que podemos tocar para consequir equipo, armas, tecnología y/o reclutas.

Según los datos también será posible modificar y mejorar la nave en la que viajan nuestros mercenarios. Aún no hay mucho de cómo y hasta qué punto, pero hasta donde se puede ver está la posibilidad de incluir armamento para bombardeos planetarios, teletransportación para mandar o recuperar tropas rápido, no me extrañaría la alternativa de incluir un hangar de aviones para soporte áereo,

Visualmente Black Talons está a la par con lo mejor del género. Luces dinámicas, ambientes bien detallados, de seguro contará con algún tipo de sistema de física, buenas animaciones y una gran cantidad y variedad de efectos para dar el toque pirotécnico a las batallas. Incluyendo lo necesario para presentar diferentes planetas cuyo clima y naturaleza afectará de forma directa al combate y cualquier extra que puedan necesitar las tropas (por ejemplo, lluvia, niebla, nieve, tormentas de iones, y más).

Mis favoritos y predilectos son los juegos donde como usuarios nos sentimos partícipes, en los que nos volvemos un complemento dinámico e interactivo de la jugabilidad en vez de una extensión del sistema de control. Donde nuestras decisiones y acciones cuentan, donde existe suficiente profundidad como para que se pueda dar jugabilidad emergente. Este tipo de juegos rara vez son de los simplones y directos porque simplemente requieren un mínimo de complejidad para pasar la barrera que divide al primer tipo de producto de los segundos. Creo que el equipo de Camel 101 tiene algo bueno en sus manos, ahora sólo espero que logren cumplir con los objetivos de su campaña en KICKSTARTER para hacer realidad ese su sueño, que mientras más lo conozco más suena como uno de los míos.