Cuando Blizzard saco a la venta a Diablo en 1997 creían sólo estar colocando un nuevo juego de RPG en el mercado, que si bien incluía algunos nuevos elementos no iría mucho más lejos que otros. Cuando al poco tiempo empezó a ganar premios, un altísimo nivel de popularidad y alabanzas por todos lados es fácil imaginar que no tardaron mucho en pensar en una secuela.

Diablo 2 debió salir en 1999 sin embargo con programas de esta envergadura es muy difícil poner fechas de lanzamiento, al final resulta que hubo varios retrasos y su presentación final es para algún momento del 200 lo que terminó siendo más adecuado y posible.

Diablo debió parte de su fama a la jugabilidad, sus gráficos, sus monstruos, su sonido y, por supuesto, su historia y sus personajes, siendo el más famoso Diablo el hermano más joven de entre la Triada Infernal (que incluye a Mephisto y Baal). Lo único malo de este juego era el poco dinamismo del ambiente de la aldea y los propios aldeanos, todos muy estáticos y con un libreto bien predefinido, Diablo 2 arregla e incrementa mucho la jugabilidad en este aspecto.

En Diablo 2 existen varias aldeas y los combates no sólo sucederán en las catacumbas si no en todo el entorno conformado por desiertos, bosques y, ciertamente, laberínticas catacumbas, cavernas y castillos en ruinas. Nuevos monstruos con mejorada Inteligencia Artificial y nuevos personajes independientes (NPC) darán mayor realismo y vida al medio ambiente, además de mejorar, todavía más, la naturaleza RPG del juego.