Al final los de Blizzard dieron lo que prometieron, aunque muchos dirán que teniendo tanto tiempo para su desarrollo (3 años) debería ser más innovador de lo que es. Pero por otro lado, hay que considerar que han renovado mucho del engine gráfico, y han invertido bastante tiempo en el guión de la historia, los personajes y el lado Rol del juego. No olvidemos de que es un juego de Acción/Rol. Diablo tenía mayor énfasis en Acción, su descendiente trata de corregir esto al hacer más únicos, o personalizables, a los personajes del juego gracias a su nuevo Árbol Tecnológico y de Experiencia.

Una de las pocas, por no decir la única, innovación grande en cuanto a jugabilidad que Diablo 2 posee es su Árbol Tecnológico y de Experiencia. A diferencia de Diablo en que avanzar los niveles de un personaje era una tarea totalmente lineal, con Diablo 2 la cosa se complica un poco. El Árbol Tecnológico permite elegir diferentes caminos (ramas) de especialización cada vez que un personaje gana suficientes puntos de experiencia para avanzar de nivel. Ahora es de suma importancia tener bien pensado que características y capacidades de una rama determinada uno desea obtener, para así no perder puntos de avance con ramas que no se complementan, o capacidades que uno no usa mucho. 

Cada personaje tiene su propio Árbol Tecnológico, el cual esta adaptado a su clase. No olvidar que la clase de un personaje limita y determina las armas, armaduras, hechizos, cascos, gemas, joyas, etcétera que puede utilizar y/o llevar puestas. La elección de ramas adecuadas de evolución adquiere mayor importancia para aquellos personajes orientados a la magia, ya que es muy relevante cuales hechizos de defensa/ataque podrá aprender y/o usar al momento de enfrentar enemigos.