Hasta
Tides of Darkness sólo podiamos controlar dos bandos, el
de los Orcos y el de los Humanos, si bien ya en esta entrega había
más de una raza entremezclada en cada grupo. Con Reign of Chaos
tendremos la oportunidad de jugar con cuatro razas, los Humanos y los
Orcos ciertamente, pero también los Elfos Negros y los Necromantes.
En un principio los Demonios y la propia Legión de Fuego
eran parte de las posibles campañas a elegir, sin embargo una,
yo diría que adecuada, decisión ha puesto a estas dos últimas
razas fuera del menú de campañas. Lo cual es bastante lógico,
al final ambas conforman al grueso de los misteriosos enemigos de Azeroth
que logran reunir y aliar a razas antes en constante conflicto. Aparte
de que la muy apropiada elección deja via libre para una interesante
expansión en la cual tomemos el control de los malos de la película.
Todavía no esta muy claro que tan buenos, o malos, serán
los Elfos Negrs y los Necromantes, aunque la historia da a entender que
muy amigos de la Legión no son.
Cuatro razas para jugar una campaña
diferente, 16 héroes y heroínas entre los cuales elegir,
unidades de aire y tierra para apoyar en combate, decenas de hechizos nuevos,
viejos y mejorados, una gran cantidad de ataques especiales y propios de
los héroes. En fin, este juego lo ofrece todo y por lo pronto la
oferta esta para no poder esperar más. Otra novedad será
que cada raza, hasta cierto nivel, puede aprovechar recursos y materiales,
que otras no, por ejemplo los cadáveres son desde munición
hasta una forma de recuperar energía para los Necromantes. Válido
para todos es la necesidad de recolecatar oro y mana stones (piedras de
mana) los dos recursos reales del juego.
La
necesidad de gestionar recursos ha sido modificada (y simplificada)
bastante, ya no tendremos que buscar pozos de petróleo en el
mar, ni talar los bosques para obtener madera (aunque si para hacernos
camino). El oro lo obtrendremos de las minas, obviamente, y las piedras
de mana de entes neutrales (Creeps) que nuestros héroes y ejércitos
tendrán que combatir. También será posible comprar
estas piedras a mercaderes independientes presentes en el juego (probablemente
para resaltar el aspecto Rol). Esta quedando bastante claro de que será
el oro la verdadera moneda para adquirir unidades y realizar mejoras,
las piedras de mana vienen a ser útiles para contratar héroes,
resucitarlos y conseguir algunas mejoras avanzadas. Valga el detalle
de que el monto de piedras que lograremos obtener de los Creeps que
matemos es limitado y estos no reaparecen, es decir, son un recurso
no regenerable (aunque sería interesante que podamos criarlos
como ganado).
A lo largo de toda la saga Warcraft
siempre fue importante y único el hecho de que cada bando fuera
tan diferente del otro como posible, aunque en los dos precedentes resultaba
clara la equivalencia entre las unidades. En esta tercera entrega Blizzard
esta viendo de que no sólo los edificios sean diferentes, sino la
forma de evolucionar de cada raza, su forma de crear y obtener unidades
y la forma en que, prácticamente, realizan todo. Ciertas razas trabajan
y pelean mejor a la luz del día, otras en la noche. Poderosos y
diversos hechizos respaldan los ataques de cada una de ellas. La sóla
idea de que los Necromantes podrían resucitar a nuestros caídos
y usarlos en contra nuesta abre un mundo de posibilidades antes inexploradas
--completamente.
Los
edificios de los Elfos Negros son en realidad seres vivientes, por lo
que podrán caminar, y atacar, cuando no estén cumpliendo
sus funciones de estructura. La heroína Necromante Banshee podrá
mantener a los cadáveres con su canto para que así puedan
luego usarlos para crear unidades, restaurar vida u otro. Y esto sólo
es el principio todavía no han revelado mucho de lo nuevo e interesante
que están planeando para las difernetes razas, lo seguro es que
esta vez serán mucho más diferentes, más únicas
y ciertamente requerirán de estrategias y tácticas diversas
para poder cumplir uno y otro objetivo adecuadamente.
Esta variedad entre las diferentes razas
jugables de Warcraft 3 tienen dos funciones. Uno hacer mucho más
diverso y entretenido el universo de las campañas contra la PC y,
dos, hacer del multiusuario algo mucho, pero mucho más interesante
que antes. Actualmente el único problema real con los juegos RTS
entre humanos por red es que elegir uno u otro bando resulta casi
siempre lo mismo, ma´s allá de apariencias diferentes las
unidades y su uso es bastante similiar. La idea que Blizzard esta
probando con Reign of Chaos podría muy bien solucionar este
problema al introducir una verdadera necesidad de jugar diferente con cada
raza para poder llegar a la victoria. Todo esto resultaría en sesiones
multiusuario más entretenidas.
Apesar
de que poco a poco el juego va tomando una forma más concreta
y ciertas ideas interesantes van desapareciendo o adquiriendo un aspecto
menos interesante, Warcraft 3: Reign of Chaos sigue siendo igual
de interesante que antes. Lo único verdaderamente malo es que
todavía faltan no menos de seis meses para su presentación
oficial, si tenemos suerte. Valga el anexo de que el juego también
vendrá con un completo y sofisticado editor de niveles para los
interesados en desarrollar mapas y misiones.
En resumen. Aunque algunos cambios y ciertos
recortes están sucediendo, este juego todavía mantiene todo
lo fresco que piensa añadir a la categoría de RTS. Esperarlo
ciertamente resulta largo.