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Gráficos |
10|10 |
Jugabilidad |
10|10 |
Diversidad |
10|10 |
Sencillez |
10|10 |
Multiusuario |
10|10 |
IA |
8|10 |
Innovación |
9|10 |
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Ficha
Técnica |
Productor |
Blizzard Entertainment |
Distribuidor |
Blizzard Entertainment |
Clasificación
ESRB |
Teen |
Julio/2002 |
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PC
Recomendada |
CPU |
PIII |
RAM |
128MB |
T. Vídeo |
3D |
VRAM |
16MB |
Disco Duro |
850MB |
CD Drive |
43x |
Otro |
Mon. 17" |
Demo |
97.8MB |
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Warcraft
III: Reign of Chaos es un juego imperdible, posee una excelente y bien
pensada historia con matices que permiten al jugador identificarse con
algunos personajes al igual que encontrar caminos inesperados. Si bien
es un RTS-3D moderno con toques de jugabilidad de RPG aún mantiene
ese sabor especial que traía el primero de la serie. Sigue siendo
Warcraft, sigue siendo una aventura en el extraño mundo de
Aseroth. En esta ocasión cuatro razas deberán enfrentar
su máxima prueba al luchar contra, o al lado de, un mal mayor: La
Legión de Fuego.
Obviando un par de detalles
de guión y algunos conceptos forzados la historia base del juego
es indudablemente épica, de grandes proporciones y muy bien hilbanada.
Las diferentes partes siempre acaban conectándose al todo de manera
impecable, y aunque personalmente me gusto más la aventura de la
campaña de la Alianza Humana, es imposible decir que la de las tres
restantes razas haya sido menos interesante o cautivante. Desde los poblados
humanos en el reino de Lordaeron, hasta las planices donde habita
la Horda Orca para terminar en los bósques de los Elfos Negros,
lo veremos todo en este juego, o casi todo.
La
aventura comienza con un sueño profético en la nunca tranquila
noche de un jefe orco. Thrall, el guerrero, despierta aturdido y
confundido sin lograr entender a lo que enfrenta. Su encuentro con un extraño
personaje que le incita a llevar a su gente al otro lado del mundo, no
aclara sus dudas, ni despeja sus temores. Todavía jóven y
sin mucha ambición de poder o deseo de sangre, el nuevo jefe de
la Horda actúa como le han indicado y lleva a lo que queda de su
gente al otro lado del inmenso océano, al apenas explorado continente
de Kalimdor.
Warcraft III esta dividido
en cuatro campañas, una para cada raza, que en total suman unas
35-50 horas de juego, aventura e historia. El impecable resultado no es
ni largo, ni corto, sino lo justo para mantenernos interesados sin llegar
a volverse tedioso, exagerado o aburrido. Los ya conocidos Orcos y Humanos
vuelven ha aparecer y son introducidos en la historia los Elfos Negros
y los No-Muertos (Undead, también Muertos Vivientes). Cada
uno con su jugabilidad única, sus héroes y sus unidades propias.
Los
elementos más característicos de esta tercera entrega son
su alucinante sistema gráfico 3D y la introducción de nuevos
elementos de jugabilidad en forma de un toque RPG a través de la
presencia de unidades héroe que pueden evolucionar y que acompañan
al jugador a lo largo de toda una campaña. Su utilidad en jugadas
multiusuario no es muy grande pero le da un nuevo estilo y hace del juego
en su totalidad algo más único y distinguible, le otorga
una personalidad más propia.
El avanzado engine
3D que ofrece Blizzard presenta un excelente balance entre calidad
visual y requerimientos de hardware, haciendo posible el jugarlo inclusive
en una Pentium II con una buena tarjeta de aceleración gráfica
aunque sea perdiendo parte del detalle visual y los efectos especiales,
pero no por ello quitándole el atractivo general y la presentación.
Claro que para ver las cosas mejor ya habrá que pensar en una P3
o mayor con tarjetas de vídeo en el orden de la GeForce 3 o la ATI
Radeon 8500 (o equivalentes). |