La
estrategia como tal cumple un papel secundario en un juego donde no hay
nada mejor que tener un buen arma y un dedo rápido con los botones
del ratón. Eso si, los niveles inferiores requieren de un poco más
que sólo armamento adecuado ya que el número de monstruos
y sus poderes es mucho mayor que el de un sólo heroe por más
bien armado que este.
Además de las armas, las pocimas,
los pergaminos y libros de hechizos el mundo de los laberintos de Diablo
esta lleno de anillos mágicos con diversos poderes y de amuletos
que contrarrestan magia, fuego o rayos, y/o que aportan capacidades especiales
a los diferentes atributos del personaje. Según las necesidades
podemos usarlos o venderlos para comprar mejores armas, escudos u otros
--es recomendable guardar los más caros y especiales para niveles
superiores, uno nunca sabe.
A
diferencia de juegos como Dungeons & Dragons, Diablo
carece de esa intrincada complejidad que hace de todo el entorno un mundo
de combates, monstruos y tesoros. Sólo existe un pueblo en el cual
cada personaje cumple un papel específico, y todos los combates
suceden en los laberintos de la catedral, las catacumbas, las cuevas y
el infierno. La limitada capacidad de carga hace que tengamos que dejar
el peso de armas, oro u otros excedente en el piso del pueblo, acto que
en modo multiusuario no es muy recomendable; siempre resulta divertido
ver como el suelo acaba como deposito de nuestros tesoros y armamento/armadura
extra.
No hay problema en iniciar un juego nuevo
(reiniciar) antes de terminar con todos los niveles, lo único que
pasa es que volvemos a empezar en el pueblo y ningún nivel esta
explorado, ni ninguna misión cumplida; la excepción es nuestro
personaje quien mantiene los atributos, armas, dinero y armaduras del último
juego (a menos que elijamos, también, un nuevo personaje).
Esto es recomendable sólo si algun nivel resulta imposible de pasar
por la falta de experiencia, dinero o armamento, ya que volver a empezar
todo de nuevo es medio aburrido, en especial los primeros niveles que se
vuelven muy sencillos para personajes avanzados. En todo caso Diablo
cuenta con un generador aleatorio de laberintos lo cual, por lo menos,
implica que no tendremos que jugar el mismo una y otra vez.
Una
vez eliminado Diablo, el personaje maligno del juego, siempre es
posible volver a empezar de nuevo pero en un nivel de dificultad diferente,
esto resulta más interesante porque los monstruos adquiren un mayor
poder, aún los más pequeños, y es divertido enfrentarse
a todos ellos nuevamente cuando ambos lados han aumentado sus capacidades
--a parte de que arrojan más dinero cuando mueren.
Diablo cuenta con algunas misiones/búsquedas
(quests) secundarias que son escogidas de entre un grupo reducido
de ellas para de esta manera evitar su repetición cuando decidimos
empezar todo de nuevo. Estas misiones aportan algo de historia pero sobre
todo experiencia, oro y armas/armaduras mágicas para nuestro personaje.
El
multiusuario de Diablo tampoco es muy especial pero puede resultar
mucho más interesante que en modo campaña contra la PC. Es
posible de crear copias secundarias (spawned) con un sólo
CD pero desgraciadamente estas copias sólo tienen dos niveles, no
están completas en cuanto a la trama del juego en si y no permite
jugar con otro personaje que no sea el guerrero. Este modo spawn
es más un demo que un medio de jugar en modo multiusuario con alguien
que no tiene el CD del juego. Además existe la restricción
de que sólo pueden jugar entre copias secundarias (spawns),
o entre jugadores donde todos tienen el CD original.
La música y los sonidos son de muy
buen ambiente y los monstruos, los laberintos, las luchas y lo demás
demuestran porque Diablo fue, y es, una sensación, si bien
no lo mejor de lo mejor del mundo de Acción/Rol.
En resumen. Un juego de Acción/Rol
que devolvió las esperanzas en la categoría, extremadamente
jugable. Muy recomendado para los fanáticos del estilo.