Esta
campaña extra ofrece tres capítulos, el primero de los cuales
viene con la expansión y los restantes dos habrá que descargarlos
de Internet una vez estén disponibles. El número de misiones
supera las diez y hay que recorrer no sólo el terreno del mapa principal
sino que además hay cavernas, catacumbas y viajes a otras zonas,
como a las islas Echo. Detalle atractivo es que podemos comprar
un animal de carga para llevar un poco más de tesoros. Lo lamentable
es que estos animales, y cualquier unidad no-héroe, son incapaces
de pasar entre zonas (se entiende porque al fin de cuentas son mapas semi-aislados).
En lo que concierne a las misiones y los
artefactos en To Tame a Land (el primer capítulo) hay buena
variedad y hasta existen objetos únicos con todo y su mini-historia.
Las búsquedas nos hacen recorrer gran parte de la zona en un tradicional
y muy conocido estilo: ir y buscar, recoger o eliminar algo o alguien;
claro que todo bien hilbanado y muy bien hecho. Los detalles van al extremo
de incluir un cofre personal para Rexxar, el personaje principal
de esta aventura, muy en la línea del indiscutido clásico
de los RPG-light, Diablo. Monstruos hay muchos y vienen en todos
tamaños, formas y colores. Lo bueno es que cada criatura eliminada
entrega no sólo experiencia sino oro para comprar equipo u otro.
Un
personaje por demás encantador que no tarda en acompañarnos
durante las aventuras de esta campaña pseudo-RPG es Chen Stormstout
un Pandaren Brewmaster, una especie de químico-mago de la
mítica raza Pandaren. Si recuerdan, esta facción fue
introducida como una 'nueva raza' durante el desarrollo de Warcraft
III en lo que resulto ser una broma del equipo de Blizzard durante
los días de April's Fools (la versión yanki del día
de los inocentes). Por lo visto, resulta que el concepto gusto lo suficiente
a los aficionados como para que un personaje basado en la idea sea incluido
oficialmente en el juego.
El multiusuario ofrece todas las extensiones
a la interfaz y al contexto que presenta la campaña; pero las cosas
van un poco más allá. Los nuevos mapas exclusivos de Frozen
Throne traen tres súper novedades. Uno, ahora es posible tener
mapas para hasta diez jugadores. Dos, además de los mercenarios
(que incluyen muchas de las nuevas criaturas) es posible contratar hasta
dos personajes para que nos acompañen en la batalla, incluyendo
a la Shadow Ranger y al Beastmaster, pero además esta
disponible la reina de los mares (Naga Sea Witch) y el Pit Lord
(una versión miniatura del lugarteniente de Archimonde, Mannoroth),
sin dejar de lado al hechicero de Pandaren.
Y,
tres, ahora es posible conocer el nivel de los creepers de un lugar gracias
a señales que son presentadas claramente en el minimapa. Esto permite
no meterse en la boca del lobo cuando un personaje todavía no esta
muy avanzado o en todo caso no tiene el apoyo necesario. Un corolario final
de todo lo nuevo es que los diferentes centros mercantiles poseen una gran
variedad de artefactos poderosos y muy útiles. Novedad extra, sólo
disponible en multiusuario, es una mejora que permite a diferentes unidades
de tierra transportar hasta dos objetos, lo cual implica poder llevarse
todos los tesoros encontrados aunque más no sea para venderlos.
En resumen. Con seguridad Warcraft III:
Frozen Throne es, de momento, el único candidato en la categoría
a llevarse el título de 'mejor expansión del 2003'. Si no
jugaron todavía esta tercera entrega de la saga, la expansión
es una razón más para hacerlo. Valga la redundancia, EXCELENTE,
INNOVADOR, FASCINANTE, IMPERDIBLE.