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Gráficos |
10|10 |
Jugabilidad |
10|10 |
Diversidad |
6|10 |
Sencillez |
9|10 |
Multiusuario |
n/a |
IA |
8|10 |
Innovación |
8|10 |
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Ficha
Técnica |
Productor |
Creative Assembly |
Distribuidor |
Activision |
Clasificación
ESRB |
Rate Pending |
3T/2004 |
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PC
Recomendada |
CPU |
PIV |
RAM |
512MB |
T. Vídeo |
3D |
VRAM |
64MB |
Disco Duro |
n/a |
CD Drive |
52x |
Otro |
Mon. 17" |
Demo |
162MB |
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Considerando
los 162 MB del instalador; la corta batalla de tutorial y el no menos corto
enfrentamiento histórico entre las tropas de Aníbal y el
Imperio Romano saben a poco. Más todavía si se toma en cuenta
que por obvios motivos (tamaño de la descarga) el sistema gráfico
está estáncado en una calidad visual promedio. A manera de
compensar al jugador, el demo incluye una presentación en flash
que destaca todo lo nuevo a través de un bien llevado intercambio
de pantallas, utilizando efectos sencillos como ennegrecer o aclarar una
imagen, todo con música de fondo y comentarios descriptivos. ¿Vale
la pena descargar el demo? Sólo si se tiene ganas de ver algo de
lo nuevo que tiene el juego, o se cuenta con una conexión de alta
velocidad a Internet.
Aún así, para muchos, en
especial para los aficionados a la saga, sólo el tener la primicia
de presenciar al nuevo engine en acción va a hacer que descargar
el demo valga la pena (sin olvidar que el excelente detalle es apenas un
cuarto del poder real). Visualmente es innegable que con Rome: Total
War el equipo de Creative Assembly ha logrado una revolución
de enorme envergadura. La diferencia con Medieval es, bueno, total.
Las tropas se ven más reales, más tridimencionales, el ambiente
más realista, el paisaje más lleno de detalles. Los ejércitos
poseen mejores y más movimientos, además de un mayor número
de animaciones variadas, fluidas e impresionantes (las embestidas de caballería
mandan a volar a varios de la primera línea). Algunos detalles de
presentación también han sido modificados, parece que varios
de ellos en pos de presentar una consola RTS tradicional.
No
tarda en quedar claro que muchos de los cambios en interfaz, y controles,
son para lograr dar familiaridad al entorno a todo jugador que venga de
vídeojuegos del género estrategia más tradicionales.
La buena noticia es que hasta donde se puede comprobar las modificaciones
no alteran en nada el ambiente que tienen los predecesores, aunque hace
necesario acostumbrarse a un par de cambios en el movimiento de cámara
y control de tropas. Algo interesante es que un par de cambios hasta son
para mejor, debido a que optimizan la gestión de los ejércitos
y la batalla. Para quienes se estén preguntando: la respuesta es
no, ninguno de los cambios quita la sensación de batallas épicas
que tienen Shogun o Medieval, incluso diría que la
extienden, depurando los detalles menos interesantes y útiles.
El parcialmente extraño sistema
de formaciones y comandos ha sido simplificado y reducido, puesto sólo
para los interesados en utilizarlo. Los grandes recuadros identificando
unidades han sido reemplazados por un sistema más común y
menos acaparador de espacio. Todo lo demás ha sido concentrado en
una clásica consola, con un estilo RTS 100% tradicional. Ciertas
formaciones son ahora algo intrínseco a cada regimiento, y hasta
una habilidad especial, como es el caso de la falange para los lanceros
cartagineses. Ahora es posible dar el comando de correr a un ejército
en plena marcha, al igual que terminar el juego en cuanto la batalla ha
sido prácticamente resuelta, sin tener que andar corriendo detrás
de todos y cada uno de los soldados que están en fuga. Característica
que va a acelerar las batallas y hacer que las malas decisiones cuesten
muy caro.
Tras
la batalla aparece una reducida ventana con información básica
sobre quien combatió contra quien, con cuantas tropas, cuantas perdidas
hubo y cuantos sobrevivientes. Los interesados en conocer más detalles,
como el incremento de valor y moral, pueden acceder a una pantalla con
las usuales estadísticas a través de un botón. Durante
los combates existe la posibilidad de habilitar algo así como un
asistente que va dando pautas sobre mejores maneras de atacar, o las ventajas/desventajas
de un tipo de unidad versus otro. Hacerle caso o no, e inclusive desactivarlo
por completo, es decisión del usuario. Al menos durante el principio
de la Campaña, seguramente va a resultar útil prestar atención
a sus consejos, pero esto es algo a confirmar en la versión completa
del juego.
En resumen. Un corto demo que demuestra
que nada de lo bueno ha cambiado, y que las optimizaciones hechas al sistema
de juego son para bien. Por otro lado también presenta una primera,
y muy buena, impresión del nuevo engine en acción. Es de
lamentar que como demo en sí, y por sí solo, no vale la pena
por su falta de re-jugabilidad y oferta de material. |