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25/10/2013
Autor
Webmaster
Todavía no encuentro un término en castellano que sea más acorde al concepto que encierra el de inglés Light Craft. El de naves ligeras, naves rápidas, mono o biplaza no les hace justicia, son mucho más, en especial cuando su rol en batalla va más allá de hacer las veces de adorno visual o un elemento puramente estadístico equivalente a lanzar decenas de proyectiles que poseen cierta autonomía de vuelo. Lo que no será el caso en The Mandate.
Para empezar no tenemos una fuente ilimitada de, permítanme el término, naves caza. Mucho menos una cantidad siempre renovable de pilotos, pero aún de los con experiencia. Cómo en la realidad, para ser parte del grupo élite que se sienta tras los mandos de estas costosas y multidisciplinarias navesillas primero hay que demostrar ser bueno, luego ganarse el derecho a pilotarlas, luego vivir para contarlo hasta volverse un As. Sólo este contexto vuelve a la unión piloto-nave una combinación potencialmente letal que no hay que usar a la ligera.
El papel que tienen los Light Craft es el tradicional, defensa ante proyectiles grandes y lentos, contra otros cazas, contra bombarderos, y para acciones quirúrgicas de alta precisión y muy bien pensadas. Tripulación y equipo tan especializado no está para usarlo de carne de cañón a menos que se trate de "una de aquellas situaciones".
De momento se habla de tres roles básicos para las naves ligeras: defensa/ataque a otras naves similares, reconocimiento, exploración, y la destrucción de misiles o torpedos (cazas, interceptores, cazas pesados). Ataque a naves capitales enemigas e instalaciones (cazas pesados y bombarderos). Por último, transporte de tropas.
Más allá de que podemos equipar y construir a gusto, luego quizá retocar algunas de sus características, parece que también podremos adquirir navecillas especializadas y/o modelos avanzados. Imagino que por comercio, ingeniería inversa, investigación o pura suerte de tomar prisionera un carrrier enemigo.
En The Mandate no hablamos de cazas solitarios, hablamos de grupos de vuelo (flights), luego escuadrón, alas de combate (combat wings) hasta todo un grupo "aéreo". Ya puedo imaginar darles ordenes, armar estrategias, establecer patrones de protección. La verdad, no hay límites. Aunque ideas como proteger a un escuadrón de bombarderos o una nave en ruta a un abordaje suenan obvias será de lo más espectacular poder armarlas, realizarlas y verlas ejecutar.
Llegada la hora puede que no sea posible darle demasiados retoques a la apariencia o estructura de las naves caza pero esto no implica que no podremos configurarlas como para que lleven acabo con eficiencia y efectividad una misión. Armamento especial, equipo específico, misiles, bombas, torpedos. Incluso extras tecnológicos como mejor propulsión, maniobrabilidad, capsulas de escape. No sería de extrañar que podamos combinar un grupo con armamento de dispersión, con otro que tenga el de precisión y por detrás vengan los que tienen aquel para el ¡BANG!.
¿Qué puedo decir? Más herramientas, más opciones, más alternativas. Si llegado el momento existe una sola situación que no podemos realizar de una decena de maneras, diría que hay un problema serio en alguna parte del concepto y/o la implementación. Díficil que pase con tanta libertad, con tanto artilugio. Lo dudo. Nada más que reportar por hoy. ¡Rompan filas! y no olviden participar de su Campaña KICKSTARTER, si pueden apoyen, o al menos ayuden a divulgar el juego. The Mandate se torna cada vez más en algo increíble y genial para tener ante nosotros lo más pronto posible. Un Objetivo. Superar el Mínimo.
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