¿Qué ocurriría si un cazador de dragones se enfrentará al más improbable de los destinos...? ¿Qué ocurre cuando un cazador de dragones... se convierte en un dragón? Bajo esta premisa Larian Studios termina su silencio y presenta su nuevo proyecto: Divinity II: Ego Draconis. El vídeo teaser no da cuenta de muchos detalles pero deja entender muy bien la dirección tomada por el equipo de desarrollo.
Lo primero que se puede decir es que se trata de un engine de última generación con todo lo que se espera en cuanto a detalle, efectos, uso de sombras, luces, y animaciones realistas y variadas. Además de mucho movimiento y pirotecnia para ataques y combate. Por lo poco que se ve podemos esperar un mundo de juego muy animado y vivo, quizá regido por alguna simulación global que a su vez se encarga de manejar las decisiones tomadas por el usuario y propagar las consecuencias a todo el mundo de Rivellon.
La información que se puede encontrar apoya a lo anterior en que habría varios finales, varias formas de avanzar la historia y en general diversas maneras de resolver cada misión --secundaria-- que recibamos. Un poco en la línea de The Witcher las decisiones tendrían consecuencias inmediatas y a mediano o largo plazo; característica que incrementa mucho la rejugabilidad y ayuda a aumentar la sensación de que la presencia del usuario afecta al mundo de juego.
Por su predecesor directo, Divine Divinity, podemos dar por seguro que se tratará de un mundo de juego inmenso, sin transiciones, y con gran cantidad de puntos clave, ambientes y escenarios (castillos, bósques, lagos, ruinas, cavernas, poblados, ciudadelas). Según parece, a la exploración sobre y bajo la superficie le añaden el poder sobrevolar en la forma de un dragón. Además, habría la oportunidad de invocar seguidores (tropas) desde nuestra propia Torre de Batalla (Battle Tower), la que podemos esperar sea personalizable y en la que podamos guardar items que habiliten mejores tropas o habilidades; muy posible que aquí también sea donde mejoramos armas, armadura (para forma humana y dragón) y adquirimos entrenamiento.
Con el poder de transformarnos en dragón se torna obsoleto e innecesario cualquier otro medio de transporte para recorrer grandes distancias; nada indica que no los haya, nada confirma que si. Además que el moverse así de un lado a otro crea espacio y contexto para todo un nuevo escenario de batallas y enfrentamientos; es como si a la jugabilidad de Divine Divinity le agregaran la de I of the Dragon. Genial. Según los datos oficiales la metamórfosis es un proceso decidido por el usuario, y por lo tanto con cierto toque táctico, es de suponer que en una u otra forma se habilitan ciertos poderes, hechizos o bonos, por lo que cada cual ve que estilo es más de su agrado.
Todavía no hay mayores detalles sobre el sistema de evolución pero considerando el defecto que está siendo diseñado para multiplataforma (PC y Xbox 360) no creo que lo compliquen mucho. Aún así, tomando en cuenta que la serie se define por tener un buen componente rol, un sistema de combate enfocado a la acción y un mundo grande, no creo que decidan simplicar las cosas demasiado. Como nota interesante vale decir que el compositor Kirill Pokrovsky es el encargado, una vez más, de la banda sonora; lo que se escucha en el trailer y el sitio Web oficial ya promete mucho, igual que con su predecesor. La posibilidad de transformarse y jugar como dragón es lo que suena más interesante (seguro no será todo el tiempo y habrá limitaciones, pero igual, es un toque atractivo y con potencial).
En Síntesis. Excelente tecnología, una historia que promete, nuevas dinámicas, y quizá la posibilidad de encarnar a un dragón. Muy prometedor. Por ahora programado para el segundo trimestre del 2009, así que hay que esperar.
