Para los 370 MB de que consiste el instalador del demo un-usuario de DragonShard, la verdad que no ofrece mucho más allá de la oportunidad de ver cara-a-cara la jugabilidad y los gráficos. Respectivamente están bien e impecables. Algunos detalles del engine van más allá de lo normal y no son tan obvios, como el movimiento de algunas porciones animadas de los uniformes que se mecen según la dirección que el viento presenta en los árboles.

El juego en si no posee mucha jugabilidad original, se trata más que nada de una implementación diferente. Hay que aclarar que los dos pequeños escenarios disponibles en la versión de testeo tampoco permiten adentrarse apropiadamente en el ambiente. La historia en si, al menos según la campaña de la Order of the Flame, no parece que vaya ha deparar nada realmente original otro que introducir al usuario en el nuevo contexto de Dungeons & Dragons, el mundo de Eberron.

La jugabilidad es tal cual se la presento en el artículo de PreEstreno, una modalidad RTS en la que se gestiona una ciudadela, recursos y la producción de unidades, y otra más estilo (pseúdo)RPG donde un grupo de unidades acompaña a un héroe (o heroína) a investigar cavernas para ir de un punto a otro. Lo interesante, y relativamente original, es la convivencia mutua de ambos estilos simultáneamente. De ahí que la consola presente dos minimapas, uno para cada ambiente, y se pueda intercalar entre ambos sin restricciones.

Nadie se va perder con la modalidad RTS, aunque es de esperar que en misiones más adelante en la historia sea necesario tener un ejército en la superficie, y otro con los exploradores en las catacumbas, fortalezas y cavernas. Su estilo es por demás clásico. Hay que lamentar que en el demo no se llega a percibir mucho de lo extra que puede otorgar el saber colocar estructuras complementarias dentro la ciudadela. Aparte que esto sería útil más para multiusuario.

El aspecto (pseúdo)RPG tampoco es muy sofisticado pero está bien presentado. Las tropas, denominadas Capitanes, mejoran de nivel cuando se lo incrementamos invirtiendo puntos de experiencia globales que se van ganando. Cada nivel les otorga nuevas habilidades. Lo mismo ocurre con los héroes que van obteniendo más ataques y/o poderes. También existen objetos, pergaminos y pociones que se pueden encontrar u obtener al eliminar enemigos, todos estos claramente presentados en el costado derecho por iconos. 

Entre misiones es posible asignar ciertos items a los héroes, sean cosas encontradas, pociones/pergaminos no utilizados, armas especiales, incluso equipo adicional que se puede adquirir. Esto no implica que el ejército con que disponemos en cada ocasión sea persistente. Hay que crearlo según lo requerido, o disponible, en cada escenario nuevo. Una dinámica de juego que tan obvia, o útil, no es, sería aquella de poder seleccionar el personaje principal que esté mejor preparado para una misión en particular, considerando que se puede saber que pasa en el mapa antes de elegirla.

En la versión de testeo están disponibles los cuatro personajes principales de la Order of the Flame, la paladin líder (Lady Marryn), el ladrón convertido (Kael), el mago (Amathor) y un golem de guerra autónomo (Bastion, un warforged). Cada uno con habilidades y poderes extra únicos. Entre las unidades regulares encontramos a los Bárbaros, las Clérigo, los Rangers y los Artificer. Los enemigos incluyen muchos del universo D&D tales como los Bugbear o los Ettin, más una buena colección de oponentes gigantes semi-jefes. Entre los nuevos, el único que no acaba de convencerme es el Cubo Gelatinoso, que por cierto trae a mi memoria a otro malvenido personaje de reciente presentación: Jar Jar Binks.

Visualmente DragonShard está impecable, y el efecto de los uniformes animados que se puede percibir en algunos de los personajes y unidades deja en claro que el sistema de física ha sido retocado y extendido. No faltan ataques con knockback, ni detalles grandes y pequeños por todo lado. Aunque obviamente se hace requerimiento indispensable el contar con un equipo bueno con una tarjeta de vídeo compatible con, por lo menos, DirectX 9.0. Es posible salvar/cargar rápido y salvar/cargar.

En Resumen. De no ser por la repetitividad del asunto, y el reducido tamaño de los escenarios, la presencia de cuatro personajes haría bastante re-jugable a éste demo. Mismo que por si sólo lamentablemente no vale la pena para otra cosa que una mirada a lo nuevo y comprobar si el equipo que uno tiene es suficiente.

Puntaje. El demo es categoría C porque no posee gran re-jugabilidad y es un tanto corto, sin embargo ofrece una buena introducción al estilo de juego que tendría la versión comercial. Descargar a gusto y/o dependiendo de la conexión a Internet de cada uno.