Existen excelentes compañías de desarrollo que sucumben tras presentar productos buenos pero que económicamente no resultan grandes éxitos. Todo parecía indicar que éste había sido el caso con Stormregion, quienes ofrecieron S.W.I.N.E. en el 2001, un muy buen juego RTS-táctico que por ser algo innovador, requerir un muy buen equipo y presentar un contexto jocoso, paso un tanto desapercibido para el público, a pesar de sus interesantes novedades en jugabilidad y un impecable sistema gráfico 3D de última generación. Resulta que un poco por detrás de las grandes historias de la industría, el equipo de la compañía en cuestión habría estado creando un nuevo juego basándose en lo bueno de su primer producto, el resultado es Codename: Panzers - Phase One (lit. Código: Tanques - Fase Uno).

Éste nuevo juego mantiene mucho de su indudable predecesor, desde los excelentes gráficos hasta una jugabilidad de estrategia-táctico. Sin embargo en ésta ocasión el contexto es real, y toma como punto de partida la invasión de Polonia por parte de las tropas Alemanas al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Al menos ahí empieza el juego para quien siga en orden las tres campañas disponibles (Alemanes, Rusos y los Aliados --destacando a EE.UU. y Gran Bretaña). Durante cada una de ellas --indirectamente-- encarnamos y seguimos las historias de un comandante que tiene bajo sus ordenes a un batallón de vehículos blindados perteneciente a una de las citadas potencias mundiales. Antes de cada misión escuchamos un poco de lo que sienten y viven a través de citas en sus diarios o cartas.

Seguir los pasos de un personaje principal permite lograr una mayor inmersión en el contexto, y no convertirlo sólo en pretexto para enfrentamientos entre tanques. También encontramos escenas animadas entre misiones generadas con el engine (algunas incluso en medio de ellas) las que, aunque no se comparan con las generadas mediante CGI, son todo un logro tecnológico considerando que se trata del sistema gráfico de un juego de estrategia donde el énfasis no está precisamente en ofrecer ambientes y animaciones ultrarealistas de cerca. El caso es que la tecnología visual, y el audio, están entre lo mejor del momento.

El tutorial puede servir a quienes por primera vez enfrentan el estilo de juego de Codename: Panzers; para el resto de los mortales las primeras misiones cumplen el mismo objetivo, siempre y cuando se realice las campañas en orden, debido a que su dificultad va ascendiendo. El lado estratégico viene de que podemos gestionar todas nuestras unidades desde una vista isométrica; el aspecto táctico está dado por el hecho de que tenemos tropas y refuerzos limitados para cumplir una variedad de objetivos. No existe gestión de recursos, ni de producción de unidades, lo máximo que podemos hacer es adquirir nuevos vehículos o infantería entre misiones, siempre y cuando contemos con el número adecuado de puntos Prestige. Estos los ganamos tras cumplir misiones y objetivos.

Durante las misiones es posible capturar o tomar control de motorizados y equipo enemigo, lo que puede ser muy ventajoso en ciertas situaciones, el único detalle es que sólo los conductores de tanque pueden conducir muchos de ellos; jeeps y artillería no autopropulsada son la excepción. Al momento de adquirir equipo también es posible cambiar blindados, o vender tropas que no están aportando nada. La infantería no cumple un rol muy grande pero aún así tiene sus momentos y usos, además que existen varias misiones donde sólo contamos con tropas a pie, incluyendo al personaje principal.

Uno de los puntos fuertes de éste juego es el diseño de niveles, que aunque vuelve a presentar batallas de la Segunda Guerra Mundial vistas al tedio y en todos los géneros posibles, se las arregla para incluir novedad, y originalidad. Varios de ellos ofrecen  interpretaciones nuevas de escenarios que muchos van ha reconocer. También encontramos detalles de armado que permiten aprovechar de ciertas unidades, dar prioridad a otras y la posibilidad de armar tácticas que van más allá del simple avanzar hasta aniquilar al oponente. En más de una ocasión hacerlo de la manera usual inevitablemente resulta en perder muchas tropas y tanques.

Lo normal en cada escenario es recibir un número específico de objetivos primarios, aunque no faltan los secundarios y hasta los secretos. A veces las metas cambian, como para darle mayor realismo a cada misión, después de todo las cosas no siempre van a pedir de boca cuando hay muchos regimientos y blancos militares en juego. Tampoco faltan las veces en que debemos reforzar un ataque que está en marcha, defender alguna posición, ser la punta de lanza de un ataque mayor, recuperar papeles secretos, en fin, hay más que suficiente variedad y muchas de las misiones acaban memorables por varios motivos.

Tal y como da ha entender el título el énfasis principal del juego son los tanques y vehículos blindados, aunque no por ello se restringen sólo a ellos. En Panzers encontramos desde autos de reconocimiento, hasta camiones lanzacohete y tanques de última generación, muchos de ellos predecesores de los modelos más contemporáneos que se ven en películas y noticiosos. También contamos con varios tipos de infantería (médicos, tropas de asalto, francotiradores, tropas especializadas con morteros, lanzallamas, ametralladoras pesadas, fusil antitanque o bazookas); a veces no son otra cosa que carne de cañón, otras la clave para no perder muchos vehículos, esto último gracias a un par de detalles en la jugabilidad extendida.

Todos los motorizados tienen puntos de vida que corresponden a su estructura principal, o chasis, además los blindados poseen placas de protección con diferentes niveles de resistencia. Según parece cuando el blindaje es mayor que el poder del disparo (ataque) el daño al vehículo en su conjunto es mínimo, o nulo. Lo que hace necesario aprovechar de los vehículos de apoyo antitanque, tener tanques con mejor ataque, o agarrar al enemigo por los costados o retaguardia que es donde tienen menor protección. Otra táctica es atacarles con cócteles molotov o lanzallamas y elevar la temperatura interior hasta que su tripulación lo abandone, eliminarlos, y luego esperar a que enfríe para tomar control.

Como no es posible obtener vehículos durante las misiones hay que aprovechar de la posibilidad de repararlos a tráves de un camión o un puesto de aprovisionamiento. También es necesario recargar la munición de gran calibre de artillería, tanques, y otros. Ametralladoras en vehículos o la infantería no requieren de reabastecer balas. Ciertos tipos de cañón requieren de ser jalados por camiones, estos últimos y los vehículos de reconocimiento pueden cargar con un grupo de infantería. Un detalle muy práctico es que si asignamos un escuadrón a un cañón, y luego éste a un camión para su transporte, cuando lo soltamos en el campo de batalla los soldados automáticamente toman control del cañón.