Para
empezar debo decir que me gustaba más el título anterior
de Diabolique: Licence to Sin le daba un toque menos génerico
y dejaba en claro que el personaje principal, Ryan Lennox, era algún
tipo de agente secreto, en su caso particular de ningún otro que
el señor del mal. El demo ofrece dos escenarios que nada tienen
que ver entre si para testear prácticamente toda la dinámica
de juego disponible y hasta un enfrentamiento con un boss un tanto
fuera de lo común.
El primer escenario con seguridad está
entre los del inicio puesto que incluye mensajes de tutorial cuando aparecen
situaciones nuevas. En éste hay que recorrer un monasterio cuidado
por monjes guerreros de la era moderna. A primera vista lo único
que destaca es su moderno engine gráfico y el uso del sistema de
física PhysX de Ageia, aunque no llegamos a verlo en todo su potencial.
Lo único "nuevo" son unos binoculares especiales, el ataque infernal
que se puede dar a las armas (botón secundario del ratón)
y el que para recuperar salud y munición hay que 'consumir' a los
oponentes.
Un
segundo escenario, que debe venir de más adelante en la secuencia
del juego, tiene al personaje con más equipo y armas y la posibilidad
de utilizar una visión que detecta entes vivos. Ambos ambientes
cuentan con rompecabezas que requieren de un poco de lógica y las
habilidades del héroe, como su telepresencia. Cuando obtenemos el
lanzallamas, o nos atacan con él, vemos uno de los efectos avanzados
del sistema de física Ageia, el cual aún en modo software
es muy realista; por otro lado la explosión de cajas y el rag-doll
no se notan tan impresionantes, quizá se ven mejor con el hardware
respectivo instalado.
La jugabilidad es de acción en tercera
persona con una inconfundible naturaleza consolera/arcade, lo que además
de significar que es simple, quiere decir que es ágil y dinámica.
Las armas requieren ser recargadas, lo que es un proceso rápido
y automático cuando se termina un cargador, por lo visto ninguna
es del tipo 'munición ilimitada', además que disparar continuamente
hace que se pierda punteria y ser preciso sea más complicado. Al
ser un agente secreto del infierno, Ryan puede cargar con energía
de los avernos cualquier arma, asíendola así más mortifera
para algunos oponentes.
En Síntesis. Tal y como se esperaba
Infernal
no pertenece al grupo de los innovadores ni los muy originales, por más
que utilice tecnología moderna, lo que no impide que termine siendo
un buen juego de acción con su par de extensiones por contexto y
una historia bizarra que puede tener su par de detalles atractivos. El
demo es una buena oferta para testear si bien no muy re-jugable, además
viene con tres dificultades (fácil, intermedia, difícil).