A
través del demo es posible afirmar que Call of Juarez (antes
Lawman)
es una excelente implementación y adaptación del estilo Western
Spaguetti de las películas de la década de 1970 y 1980
en un juego shooter en primera persona. Además de la ambientación,
la historia, y el diseño de niveles son las pequeñas pero
críticas extensiones a la jugabilidad, realizadas por el equipo
de Techland, las que logran que todo se sienta adecuado y correcto.
El demo introduce a los dos personajes
principales del juego, mismos que a su vez son los avatares del usuario:
el Reverendo Ray y Billy un fugitivo injustamente acusado
de un asesinato. Quienes alguna vez imaginaron ver algún día
un juego que logre el estilo de las películas de vaqueros con Clint
Eastwood, no tienen que buscar más. La ambientación es
casi idéntica y uno en verdad se siente en el viejo oeste norte
americano, y eso sólo con las misiones del demo.
Una
primera misión inicia con un enfrentamiento entre el Reverendo,
el sheriff, y una turba enardecida de mineros. Tras varias discusiones
el sheriff recibe un balazo por la espalda y los mineros desaparecen hacia
el pueblo cercano. Ray entabla un monólogo interior preguntándose,
y preguntándole a dios, cómo debe proseguir, qué debe
hacer. Al poco rato decide el camino que debe seguir y el usuario toma
el control, el primera objetivo es recuperar las oxidadas armas del personaje
y salir en busca de los asesinos. La secuencia de eventos que continua
es 100% el ambiente que se ve en una película de vaqueros: acercarse
al pueblo donde acechan los malos, las armas listas para desenfundar, la
calle central demarcada por rústicas casas de madera, una escena
de diálogo, y finalmente la balacera. Muy buena sensación.
Las extensiones de jugabilidad que posee
el Reverendo son simplemente geniales, son tan del género western
a la vez que tan del género FPS. Primero que nada está el
llevar un seis-tiros en cada mano y disparar con el botón derecho
e izquierdo del ratón, en ésta configuración el ataque
alternativo es disparar a quemarropa con el revólver de la mano
derecha. De lo que no hay que olvidarse, siempre que hay tiempo, es recargar
ambas armas, aunque durante enfrentamientos es automático es mejor
caminar con armas cargadas por si las dudas. Como la misión del
demo hace de tutorial muchas de las situaciones están prediseñadas,
pero todo apunta a que más adelante se vuelve decisión del
usuario elegir el mejor camino para continuar, después de todo una
de las características de la tecnología de Techland
es sus inmensos mapas.
Otras
extensiones, y las que otorgan el verdadero aire lejano oeste, son un bullet-time
muy bien contextualizado y la posibilidad de entablar duelos con el jefe
del momento para ver quien desenfunda más rápido y apunta
mejor. Si bien la idea del bullet-time mantiene el concepto de ser
una cámara lenta, la presentan diferente a lo usual, el resultado
es simplemente genial, difícil de explicar con palabras, además
que mejor es verlo en acción. Con todos estos extras y el diseño
del nivel, el duelo contra los mineros es una impecable transportación
de lo visto en películas a un vídeojuego.
Una segunda misión permite al usuario
vivir la historia en los zapatos del fugitivo, quien tiene poco de pistolero
audaz y debe mas bien concentrarse en pasar desapercibido lo más
posible. Con Billy las cosas toman otro ritmo, ya no se trata barrer
con cuando bandido aparece delante, sino evitar los encuentros y enfrentamientos
innecesarios. La única arma con que cuenta es un látigo,
que además le sirve para colgarse en árboles, balancearse
sobre precipicios, y de seguro realizar otras maniobras a la vez que le
permiten tomar el camino menos directo entre dos puntos.
Avanzar
con el fugitivo requiere de observar a los alrededores y usar arbustos
o piedras para evitar ser visto; enfrentarse a colts o winchester con un
látigo es una forma rápida de arruinarle el deseo de venganza
al Reverendo. El primer objetivo del episodio presentado es conseguir un
caballo, luego escapar, saltar un puente destruido, y evitar que Apaches
renegados impidan el escape del personaje a quien Ray pisa los talones.
Durante los enfrentamientos queda claro que el usuario decide si pasar
como El Zorro a toda velocidad con el caballo, bajarse y deslizarse en
silencio para luego conseguir otra montura, o finalmente ser paciente y
cuidadoso para eliminarlos evitando que nos caigan todos a la vez. Una
vez tomada la confianza con los controles del caballo, y su uso de la cámara,
el proceso es muy divertido y original.
Tecnológicamente Call of Juarez
posee un engine de última generación con todo lo más
reciente en compatibilidad DirectX 9.0c, además se trata de una
versión actualizada del moderno y de por si avanzado sistema utilizado
en (Chrome:) SpecForce. Esto, entre otras cosas, quiere decir
que a menos que se cuente con una tarjeta de vídeo de última
(serie ATI Radeon X1000) o penúltima generación (serie ATI
Radeon X, empezando por la X800) habrá que dejar el detalle a un
nivel medio, o mínimo, para no sufrir retrasos en el renderizado
y saltos en las animaciones. Valga decir que aún en mínimo
se ve muy bien.
En Síntesis. Un demo que cumple
impecablemente su rol: hacer que la espera sea larga.