¿Qué
es un Controlador (Driver)? En terminología --general-- de
computación un Controlador, o Driver en inglés, es
el componente de software encargado de crear una interfaz (conexión)
entre un Sistema Operativo (Windows) y un hardware específico.
El mismo permite trabajar con el periférico en cuestión
de la manera más eficiente y óptima posible. Todo hardware
tiene, y requiere, de un Controlador, en el caso de los componentes estándar
como disqueteras, discos duros, monitores, lectores de CD, teclado, mouse
y afines los mismos vienen incluidos con el S.O., no es necesario instalar
nada de manera explícita y como su uso no cambia ni evoluciona tampoco
es necesario andar actualizándolos cada dos por tres. Pero con tarjetas
modernas de vídeo y de sonido el asunto es otro.
¿Por qué es
necesario actualizar un Controlador? Al ser un componente de software los
Controladores suelen tener errores de codificación, no ser compatibles
con determinadas combinaciones de hardware/software, o sufrir optimizaciones
y evoluciones a lo largo de su tiempo de vida. No todos los Drivers,
como indique antes, sufren este proceso, al menos no de una manera perceptible,
puesto que una nueva entrega del S.O. suele venir con versiones actualizadas
para todo lo normal y lo más común. En extraños casos
será necesario descargar o utilizar el CD (o disquette) de un mouse,
teclado o monitor, esto depende si el componente trae extensiones extra,
como los teclados con botones adicionales en la parte superior, o mouse
inalhámbricos.
Al momento de instalar una
tarjeta de vídeo o audio nueva el Sistema Operativo trata de ver
si en su base de controladores tiene los adecuados, a veces si, otras no.
Lamentablemente no siempre son versiones oficiales, o las más recientes,
por lo que pueden aparecer problemas, lo malo es que estos no se detectan
a menos que seamos aficionados a los juegos. ¿Por qué? Poco
software disponible en el mercado pone a una computadora moderna en problemas
otro que los juegos, por el simple hecho de que no requieren ni aprovechan
de todo el poder disponible en el equipo. Para tipear en MS Word
no requerimos de una tarjeta 3D ni audio posicional con una configuración
de parlantes 5.1, ¿qué podría hacer? ¿presentarnos
a su bendito ayudante en tres dimensiones hablando con eco y profundidad?
Ciertamente no. Pero los juegos son otra cosa.
A medida que sale un juego
nuevo, el mismo intenta aprovechar al máximo del hardware que sus
productores creen más común en un determinado momento. Condiciones
de mercado, alcance y otros de la compañía también
influyen en esto. De ahí que juegos casí de la misma epoca
como C&C: Generals y Age of Mythology tengan tan dispares
necesidades de hardware, el primero considera que el promedio tiene una
PIV con GeForce 4, mientras el segundo, más realista, trabaja
a la perfección en una PIII con GeForce 2. Decisiones internas
que no vienen al caso. Ser más moderno en muchos casos implica tener
efectos antes no utilizados, por ello un juego de cinco meses atrás
puede correr a la perfección sin mayores cambios, pero uno recién
salido al mercado, no. La necesidad de nuevos controladores viene de que
los instalados no saben manejar ciertas instrucciones nuevas, que aunque
el hardware puede, su software todavía no. Se vuelve necesario actualizar.
En muchos casos las compañías
que producen hardware no tienen otra que esperar a que salga un juego determinado
para saber sus necesidades y recién crear el controlador que mejor
funcione con ellas. El DirectX 8.1 tiene una enorme cantidad de efectos
especiales que ningún juego aprovechaba hasta recientemente, el
audio envolvente y más de 8-16 canales de sonido son cosas bastante
nuevas, de ahí que para muchos usuarios la necesidad de actualizar
sus drivers haya sido inevitable no antes de finales del año
pasado. Tal vez el primer juego que causo esta necesidad fuera Warcraft
III con sus nuevos efectos, sistema de partículas y uso avanzado
de las capacidades 3D de cualquier tarjeta compatible. Para los que cuentan
con el hardware necesario UnReal 2, casi con seguridad fue un nuevo
motivo para ello, también podemos nombrar a Hitman 2 y No
One Lives Forever 2, al fin de cuentas fueron buenos juegos con novedades
técnicas en su momento.
Algunas veces inclusive juegos
que usan un mismo engine, como Thief y No One Lives Forever,
acaban con problemas porque uno de ellos usa efectos que el otro no. Thief
por ejemplo ejecuta sin mayores problemas en un equipo sin tarjeta 3D,
NOLF ya no porque su presentación visual era más sofisticada,
aunque ambos usaban la versión 2.x del engine LithTech. El
paso a utilizar audio más sofisticado también es en estos
momentos razón de varias frustraciones. Por suerte la necesidad
de actualizar controladores de audio es mucho menos frecuente que la de
tarjetas de vídeo. Las razones son obvias.
Antes de que nVidia y ATI
crearan sus arquitecturas universales la cosa era todavía peor en
el mundo de las tarjetas de vídeo. Cada modelo requiería
de un controlador individual, lo cual también era todo un dolor
de cabeza para los desarrolladores. Con la nueva arquitectura un mismo
controlador sirve para todos los modelos, de ahí que la primera
empresa trabaje con su Detonator y la segunda con el Catalyst.
Esta estrategia también se la puede ver como una manera de mantener
fiel a la clientela, al final es mucho más rápido cambiar
de modelo de un mismo fabricante que cambiar de tarjeta y fabricante lo
que implica desinstalar e instalar controladores y luego tal vez requerir
arreglos adicionales para los juegos, etcétera.
Otra ventaja de la nueva arquitectura
utilizada por los dos grandes (por no decir únicos) fabricantes
de chips para tarjetas de vídeo es que poseen un conjunto de herramientas
para optimizar, de manera directa y general, las características
del funcionamiento de su producto, inclusive logrando una relación
óptima con el monitor si el mismo acepta ser controlado/programado
a través de software, característica que casi todo modelo
de monitor posee desde el 2000. Todo esto permite un aprovechamiento máximizado
del hardware disponible a la vez que permite preestablezer las configuraciones
de los juegos según querramos mejores gráficos o mayor rendimiento.
El API DirectX, casi exclusivo
de los juegos y una que otra aplicación que usa intenstivamente
puertos de audio o vídeo, suele, en más de una ocasión,
ser motivo para actualizar los controladores, con mayor razón si
el juego que requiere la mejora es muy reciente y, por ende, moderno. No
hay que olvidar que el DirectX es un paquete de instrucciones que permiten
controlar con la mayor eficiencia posible las capacidades del hardware
de vídeo/audio disponible en una computadora, de igual manera va
ofreciendo mejores efectos visuales y sonoros dependiendo la evolución
asumida por los desarrolladores, esto no quiere decir que los que no tienen
lo último no disfrutan de lo mejor, sólo que no obtienen
todos los resultados tal y como se ven, o escuchan, con el hardware adecuado.
Por ejemplo, quienes no tienen una ATI 8500 o superior no cuentan con características
tales como sombra a nivel pixel o el efecto true-form que otorga
mayor suavidad y tridimensionalidad a los polígonos, ni efectos
de luz reales que permiten sombras, brillos y reflejos más naturales
y realistas.
Por suerte el cambio de controladores
no es necesario con tanta frecuencia como para convertirse en una pesadilla,
además que una vez realizado podemos estar tranquilos hasta un año,
con suerte, si no realizamos ningún cambio en hardware. Por otro
lado estos cambios suelen estabilizar más un sistema, acelerar ciertos
procesos y, lo que es más importante, permitir que el recién
adquirido juego al igual que los futuros ejecuten bien, sin problemas,
con sus mejores efectos y todas su características únicas
activadas.
Si hablamos del futuro de
los Controladores, pues hasta que todo el mundo no cuente con conexiones
a Internet de alta velocidad y el hardware/software no sea más inteligente
estarán siempre presentes, u omnipresentes, y seran un pequeño
dolor de cabeza. Lo último en especial para quienes todavía
están con dial up ya que muchos instaladores de los Drivers están
rondando los 20MB (entre 1 y 4 horas, dependiendo la velocidad de conexión
a Internet y la velocidad real de la descarga).