Personalmente no le veía gran utilidad a los smartphones pero en Londres, donde su presencia es casi generalizada y el contexto mismo de la vida acá hacen que sus capacidades, funcionalidad y practicidad para varias situaciones resalten bastante, los empece a ver con diferentes ojos.
Como evolución de producto los smartphones, teléfonos móvil inteligentes, son un caso de excepción bastante interesante. También son una clara prueba empírica de que el consumidor sabe sumar uno más uno cuando se trata de productos electrónicos que le hacen la vida más fácil. Tampoco es que haya sido muy complicado darse cuenta que unir la utilidad de un celular a la funcionalidad extendida de un Pocket PC/PDA podría resultar bastante lucrativo.
Las Pocket PC jamás lograron despegar como sus diseñadores lo imaginaron o lo esperaban, el momento y el consumidor no estaban preparados. El celular se mantenía como el producto rey a la hora de acompañar a ejecutivos y ejecutivas del mundo y a la gente que queria estar conectada. La necesidad de darle mayor funcionalidad a este último no tarda en ser obvia.
El resultado de esa necesidad de mayor utilidad en un celular evoluciona a lo que ahora conocemos como smartphones, celulares que incluyen un sistema operativo simplificado y programas también simplificados que permiten a los usuarios obtener esa tan buscada funcionalidad extra sin por ello tener que andar cargando con muchos productos electrónicos, o demasiado peso. Una ventaja que es muy relevante en un entorno donde los viajes en bus o metro, tube como le dicen aquí, toman entre 30 minutos y varias horas cuando se habla del ir y venir entre la casa, el trabajo, las tiendas y la visita a amigos y/o familiares.
Su proliferación también tiene bastante que ver con algunos avances en hardware y la oferta cada vez más extensa de CPU diminutos de gran capacidad de computo y bajo consumo de energía. El crecimiento del mercado de los LCD (ahora pasando a tecnologías AMOLED y similares), el incremento en capacidad de carga y duración de las baterías, y la necesidad de utilizar grandes cantidades de memoria RAM y ROM que ya no sirven para la nueva generación de PCs son parte de los factores que ayudan a sus relativamente bajos precios y atractivas capacidades computacionales.
Comparado con una Pocket PC el smartphone es mucho más sencillo y directo, menos rebuscado, y en muchos casos su funcionalidad gira alrededor de un uso base dado por el usuario. Multimedia (música, vídeo, fotos), comunicación/Internet y juegos/aplicaciones conforman los tres grupos distinguibles entre los que se dividen los smartphones por su funcionalidad base o, en todo caso, el uso preferente dado por sus compradores. Sobre esta funcionalidad se asienta la de ser celular, agregando el toque de interconexión, acceso a la Internet y, obviamente, hacer y recibir llámadas entre teléfonos móviles.
Un motivo para que el smartphone no sea visto como una Pocket PC que hace y recibe llamadas es que por cuestiones de tamaño, costo y diseño acaba teniendo un hardware menos poderoso del que veríamos en una PC de bolsillo (si aún existieran, porque comparativamente por la evolución de la industria su hardware termina siendo mucho más poderoso; es decir, lo que hay ahora en comparación a lo que utilizaban cinco o poco más años atrás las Pocket PC). Su funcionalidad determina sus requerimientos de CPU, memoria y pantalla lo que a su vez define el rango de precio en el que cae.
No faltan los smartphones que pueden lidiar con las tres categorías sin grandes problemas, pero en su mayoría se trata de productos caros y de high-end que terminan como de lujo y son casi exclusivos, aunque no siempre fuera del alcance del mal llamado 'ciudadano común' gracias a los planes de crédito o de fidelidad para con compañías de servicio telefónico gracias a lo que el equipo sale "prácticamente gratis" --pero hay que firmar contratos por un par de años, de ahí lo del asunto de 'fidelidad'.
Un problema con el tema de los smartphones, al igual que con todo lo tecnológico en general, es que su cíclo evolutivo está actualmente acelerado. No acaba uno de decidirse por un modelo que uno nuevo, similar, mejor y un poco más caro se hace disponible; lo que deprecia a todos los demás y los hace menos capaces. Tampoco ayuda el que el mercado esté sumamente fraccionado y no haya un estándar aceptado en lo que respecta a funcionalidad, conjunto de aplicaciones ni sistema operativo.
Prácticamente cada gran fabricante de celulares/smartphones posee su propio enfoque a la funcionalidad y sistema operativo. Se trate de Samsung, Nokia, LG, Sony Ericsson, Blackberry, o Apple. Si bien hay un par de iniciativas para estandarizar y uniformizar el mercado la que más está tomando fuerza, aunque sea por defecto e inercia, es la plataforma Android de Google que sigue más o menos el mismo concepto que rigue a la iPhone y su iOS.
Aunque habra que ver. Recientemente Nokia anuncio que para sus productos de última generación usara el MeeGo Linux en reemplazo del Symbian que queda para los low-end y equipos intermedios. Samsung está probando su nueva plataforma Bada para su rama multimedia de naturaleza propietaria (al parecer otro derivado de Linux). Microsoft está participando de manera indirecta en la industria a travez de su Windows Mobile que ofrece familiaridad para con usuarios Windows.
El más de las compañías fabricantes nombradas posee uno o más modelos que soportan Android si bien mantienen sus propias líneas y sistema operativo propietarios. El problema que ahora enfrenta Google, al parecer, es que el avance acelerado del mercado está fraccionando su estándar, requiriendo que coexistan diferentes versiones de su plataforma de manera simultánea, lo que minimiza la utilidad de la misma a los ojos de los usuarios y la industria.
En parte por la evolución acelerada del mercado y en parte por la naturaleza de los productos la alternativa de actualizar una versión de Android a lo largo y ancho de todos los equipos que la utilizan no es viable. Requeriría demasiado tiempo optimizar el código para todos los productos que le usan además que habría aquellos que limitarían demasiado la capacidad de la nueva entrega, y/o terminarían más lentos o trabajando de forma menos efectiva.
Durante el último mes estuve explorando el mercado de los smartphones para ver cual era la más interesante de sus ofertas. Si bien llegue a un punto en el que hay que dejar de buscar para encontrar, no falto mucho tiempo para que una nueva ola de productos mande al cuerno todo el tiempo de investigación invertido. Pero en fin. Productos que vale poner como ejemplo del estado actual de la industria son la Blackberry Bold 9700, el Samsung Wave y el HTC Desire, y, claro, la iPhone 4.
Otros fabricantes --como Sony Ericsson, Nokia, LG, Acer-- poseen modelos que son equivalentes funcionales y tecnológicos, y en algunos casos hasta visuales, pero me limito a los de las compañías en el párrafo anterior porque en el caso del primero la empresa introdujo los teclados QWERTY, y en el de Samsung y HTC porque sus modelos actuales me llamaron más la atención por su diseño que los de los demás.
Blackberry - El gran guau de este fabricante y de su línea 'estándar' en general es la oferta de un teclado QWERTY en todos sus modelos (los más recientes y vigentes van de la Curve 8520 a la Blackberry Bold 9700). Esta característica le hace ideal para quienes quieren estar conectados textualmente con el mundo sea a través de simples SMS, sus correos electrónicos o medios sociales masivos como el Facebook y el Twitter. El modelo Bold 9700 mejora, entre otros, calidad de la pantalla, duración de la batería y calidad de la cámara (a 3.2 megapixeles), mantiene su tamaño y teclado QWERTY característicos aunque su diseño se nota un poco más moderno en ciertos aspectos.
Samsung Wave - Estilizado, de un buen tamaño y proporciones, con pantalla de tecnología Súper AMOLED este reciente modelo de Samsung me parece el 'hermano mayor' del no menos atractivo Samsung Monte. Todo el enfoque dado a su funcionalidad es comunicación/Internet y multimedia. La gran ventaja de la tecnología de su pantalla es que consume mucha menos energía que otros modelos y el en caso específico de la Súper AMOLED es que no presenta tantos problemas para ser vista ante la presencia de fuentes de luz fuertes, como el sol. Otra novedad es que utiliza el sistema operativo Bada de Samsung para su nueva generación de smartphones.
HTC Desire - La Desire es en estos momentos el producto de mayor nivel de la compañía HTC, al salir al mercado hacia gala de ser el primer smartphone en utilizar una pantalla con tecnología AMOLED y un procesador de 1GHz características que le eran exclusivas --al menos por un par de semanas. Como toda la línea de HTC la Desire trabaja con la plataforma Android y es uno de esos productos que califica como capaz de trabajar bien en cualquiera de los tres grupos funcionales base aunque su fuerte sería el de los juegos/aplicaciones. A tiempo de publicación el hermano menor de esta familia es el recién salido HTC Wildfire (que se pinta muy atractivo por la relación características/tecnología versus precio, sin olvidar que es muy similar al Desire en cuanto a diseño refiere).
iPhone - No podía faltar en esta lista el smartphone por excelencia. La mayor ventaja de Apple en este momento es que posee control total sobre su plataforma tanto a nivel hardware como software lo que le permite dar una uniformidad completa a la misma (aunque esto sea relativo). Sin olvidar, que ese control implica que ellos ponen las reglas les guste o no a segundos y terceros. Por su naturaleza también es un producto que trabaja dentro los tres grupos funcionales base con el debido énfasis a juegos/aplicaciones. Lo que más le destaca es su apariencia visual estilizada y ser el más caro de todos los modelos existentes en el mercado, aunque no necesariamente el superior en todo aspecto. El reciente lanzamiento del iPhone 4 no estuvo falto de controversia, en particular lo que se refiere a problemas con su antena, pero esto no evito que las ventas fueran muy elevadas.
Con la industria alejándose de las Netbook y conciderándolas como una moda que está pasando queda claro que los smartphones son el producto móvil por excelencia e imagino que por mucho años más. Aún nadie ha venido con nada interesante o más práctico para ocupar su espacio, el uso que se le da, y su funcionalidad. Las tabletas digitales/electrónicas intentan entrar como un pseúdo complemento (y hasta creo que se quieren ver como reemplazo) pero la verdad que de lo que vi y probe nada indica que logren ser otra cosa que una nueva moda de duración limitada.
Un aspecto interesante de la evolución de los smartphones es su potencial como plataforma portátil de juegos, no por nada todos traen al menos un par pre-cargados y se pueden descargar decenas, cuando no centenas más (algunos gratis, otros a precios bastante bajos). Las plataformas que lideran en cuanto a número de juegos son indudablemente la iPhone y Android, con ésta última haciendo gala de hasta contar con una versión compatible del venerable y clásico Doom original.