Entre los simuladores de vuelo espacial y combate galáctico en primera persona el estilo de StarLancer es casi una marca registrada. Sus controles son sencillos, su sistema de física poco realista (en lo que respecta a las limitaciones y extras otorgados por un espacio sin aire, ni resistencia) y su combate muy dinámico. La parte simulador viene de la presencia de diferentes tipos de nave, y una sofisticada Inteligencia Artificial en los pilotos enemigos. El demo permite testearlo todo, hasta la historia y pilotear cuatro tipos diferentes de nave, mientras nos enteramos de algunos detalles de la aventura.

El contar con un joystick (de los normales basta y sobra) es requisito indispensable ya que no existe la opción de controlar nuestro vehículo estelar mediante teclado o ratón. También conviene darle una buena mirada a la configuración de teclas para conocer los accesos directos para el cambio de arma, selección de misil, elección de blancos, velocidad, distribución de la energía en los escudos, uso del turbo (booster), redirigir energía de armas/propulsión a escudos o viceversa, etcétera. Debido a que la interfaz no permite acceder a todas las opciones desde la cabina virtual, conocer las teclas durante un viaje es necesario e innevitable para poder maniobrar, pilotar y combatir de forma apropiada, rápida y eficiente.

StarLancer no trata sobre sofisticación en la física de vuelo, ni realismo extremo en los combates. Su fuerte es una historia intrigante, bien armada y bien llevada, y batallas galácticas repletas de dinamismo que sin ser muy originales no dejan de ser entretenidas. Tal y como el demo lo demuestra mucho depende de la capacidad de nuestra nave-caza y apenas un poco de la verdadera habilidad que podamos tener como pilotos; aunque, claro, esto es discutible. Son cuatro las naves disponibles: Predator, Naginata, Grendel y Crusader, las diferencias están en maniobrabilidad, poder de fuego, velocidad, escudos y resistencia de su estructura (hull). No toma mucho darse cuenta que con los modelos de menor velocidad, y menor resistencia de escudo/chásis es muy difícil enfrentar --y sobrevivir-- a demasiados enemigos.

La tecnología detrás del juego es de lo mejor que había en su momento, claro que una comparación con lo nuevo o por salir es injusta desde todo punto de vista. El espacio sideral tiende ha estar muy vacio, apenas decorado con algunas estrellas, nébulas y/o planetas o asteroides. Por suerte todos los restantes polígonos disponibles son utilizados para renderizar las naves y las estaciones espaciales en gran detalle. Las proporciones entre una nave-caza y un crucero o un una nave de batalla son muy claras y no dejan lugar a dudas de quien tiene el mayor poder de fuego. Los efectos de partículas tampoco están nada mal y la sensación de combate está muy bien realizada. El audio y las voces de los compañeros(as) y comandantes ayudan mucho a darle un buen ambiente.

En resumen. Aunque corto el demo cumple con su papel: presentar lo que el juego ofrece y dejar a quien le parezca interesante con ganas de más.