Ya disponible en las tiendas del ramo, Echelon, denominado Storm en el mercado Ruso, es un juego de simulación de aviones futuristas de combate con un toque de naves espaciales luchando en la superficie de un planeta. Todas las críticas coinciden en calificar a este juego como uno de los buenos, tanto así que lo poco negativo que le encuentran es la ausencia de música durante las misiones y la mala actuación de las voces. Dicho sea de paso que para caer en la categoría de simulador tiene un elevado énfasis en la acción durante los combates y en la posibilidad de tener controles con un estilo más arcade (léase, simples).

Resulta innegable que Echelon cuenta con un excelente sistema gráfico, el cual además de un elevado detalle y buenos efectos visuales ofrece aviones deformables y una física de vuelo realista. Las proporciones y la dinámica de vuelo también esta bien representada. Los catorce tipos de jets futuristas están diseñados a la perfección y con un buen nivel de imaginación, no son sólo versiones más modernas de lo que vemos hoy en día sino diseños nuevos que tal vez veamos en el futuro distante. Dependiendo de la misión tenemos hasta 16 tipos de armas entre las cuales elegir. La no-linealidad de las misiones y la presencia de varios niveles de dificultad aseguran una elevada re-jugabilidad.

Los aviones conducidos por el usuario tienen hasta 2.000 polígonos, algunos elementos del terreno incluyen hasta 20.000. Todos cuentan con zonas de daño predefinidas por lo que no hay que extrañarse cuando vuelan por pedazos o empiezan a perder partes durante el combate, siendo el único problema cuando pierden el armamento y quedan a merced del enemigo o de la, a veces dudosa, pericia de los pilotos de apoyo controlados por el CPU. La jugabilidad multiusuario esta a tope permitiendo hasta a cuarenta y ocho jugadores demostrar sus capacidades de piloto por Red local, módem o Internet.

En resumen. Entre los poco juegos del género Echelon/Storm resulta uno de los buenos. Imperdible para cualquier aficionado a la categoría o quien quiera probar algo nuevo y bien realizado.