Dungeons: The Dark Lord es presentado como una expansión oficial independiente de Dungeons, sin embargo, posee todas las características para tratarse de una especie de re-lanzamiento del juego retocando algunas de las críticas inmediatas, asumiendo menos y describiendo más. Si no se gusto del primero no veo que esta entrega cambie dicha opinión, pero al menos le da un aire de más accesible para curiosos y quienes deseen darle una segunda oportunidad.

Al igual que con el original el demo es una excelente forma de ver si se gusta o no de la dinámica de gestión de mazmorras que posee esta franquicia. En vez de ofrecer misiones de Campaña nos encontramos con tres misiones de tutorial con Calypso como la Lord de turno. Estas misiones no asumen nada en lo absoluto por lo que pueden ser un tanto pesadas para quién ya jugo Dungeons o para quién gusta de descubrir las cosas por si sólo (o sola). También incluye una misión tipo Desafio.

Hasta donde es posible notar los retoques The Dark Lord incluye los siguientes: las criaturas propias ya no se quedan atadas a su pentagrama de origen y su área inmediata, los héroes/heroínas vienen con más necesidades para satisfacer, las vetas de oro son más visibles y más frecuentes, se da mayor énfasis a la partición de nuestro reinado, menús y opciones están divididos por funcionalidad, la utilidad de los artefactos, adornos y objetos en general es más clara y directa.

Si bien queda sobreentendido que la idea era hacer más accesible todo el concepto de juego para los curiosos, novatos y quienes por completo desconocen el estilo gestión de parque de diversiones, tampoco se puede hablar de grandes cambios respecto al predecesor, no por nada sólo la presentan como una expansión (misma que sale bastante cerca del original). También hay que admitir que logran su cometido, se entiende mejor el papel de los diferentes objetos disponibles al igual que cualquier beneficio que otorgan.

Las tres misiones de tutorial dejan buenos cimientos respecto a lo que se necesita hacer para obtener con relativa eficiencia la Soul Energy, oro y ganar Prestigio. Al final se lo puede ver como una ida al zoo con el detalle que los que visitan buscan emociones más fuertes que un león bostezando, monos rascándose la cabeza y delfines saltando por un par de pescados. Como dueño/a de la mazmorra, catacumba, cavernas y aledaños nos toca incluir aquello que puede interesarles y asegurarnos que su estadía sea fructífera y... permanente.

Se puede hablar de necesidades base por clase de aventurero que entra a nuestros dominios. Los guerreros en su mayoría buscan buenas peleas y cualquier equipo/arma con la que puedan hacerse (les llama mucho la atenció una buena armería). Magos/hechiceros prefieren criaturas que les permitan aprovechar de sus artes arcanas y la posibilidad de visitar bibliotecas antiguas llenas de misterios. La clase ladrón y rogue en general quieren encontrar y deshacer trampas.

A lo base se le puede combinar el deseo de ayudar, el trabajar en equipo, el encontrar tesoros, el vencer oponentes, el descubrir cosas únicas. Obviamente es imposible poner de todo en el camino de todos, por suerte creo que en esta ocasión, al igual que nuestras criaturas, los visitantes tienen mayor propensión a moverse y visitar tanto como posible antes de decidir irse (o, en todo caso, el efecto de salir tras sentirse satisfecho es más notable que en la versión demo de Dungeons).

Como en todos los juegos del estilo temático parque de diversiones el proceso se puede tornar un poco repetitivo una vez se le agarra la lógica. Por suerte siempre se tiene que no todo está disponible desde un principio así que parte del entretenimiento es continuar para obtener y habilitar lo más grande, costoso, interesante. El trabajar con Campaña, seguir una aventura y tener objetivos también ayuda.

En lo que concierne a tecnología no se puede hablar de nada espectacular, lo que puede haber sido una decisión por parte de Realmforge Studios para que su juego sea compatible con el mayor número de PC posible y no restringido a hardware moderno. El caso es que esto hace que se vea bastante avejentado, tampoco terrible pero toda la presentación visual apenas califica de adecuada. Esta expansión retoca funcionalidad y hace que todo este colorido pero tampoco mucho más.

Dungeons: The Dark Lord incluye multiusuario, nuevos escenarios, criaturas, efectos y artilugios para ganar prestigio. El demo no permite testear el multiusuario pero para lo demás ofrece todo lo necesario para agarrarle el hilo y hasta para ver por cuanto tiempo logramos sobrevivir dejados a nuestras propias limitaciones y oportunidades. Tiene lo suyo, pero como el predecesor no es un juego para todos/as.