Divinity II: The Dragon Knight Saga es un remasterizado de Ego Draconis que además incluye la expansión Flames of Vengeance. Resulta en algo equivalente a una Edición de Juego del Año o a lo que CD Projekt hace con The Witcher Enhanced pero a un nivel un tanto más limitado. Imagino que esta edición también es aprovechada para destacar a la nueva distribuidora Focus Home Interactive.
En términos generales lo que se obtiene son los retoques al sistema gráfico y el incremento en detalle que se llega a ver en la expansión pero propagados al original, Ego Draconis, a través de un remasterizado de sus escenarios y texturas por lo que el juego se ve mucho mejor y más natural y realista. El sitio web de Flames of Vengeance cuenta con imágenes comparativas de la calidad gráfica y lo que se puede notar es un manejo de luces, sombras y texturas más efectivo para así lograr mejor profundidad y otorgar a los entornos mayor tridimensionalidad.
La oferta de jugabilidad se mantiene sin alterar con el detalle que se tiene tanto la aventura de Ego Draconis como su conclución narrativa en Flames of Vengeance, de ahí el título del dúo The Dragon Knight Saga, la Saga del Caballero Dragón (en inglés suena más serio).
Para quienes no conocen nada de Divinity II: Ego Draconis vale destacar que posee una jugabilidad de hack-n-slash en tercera persona (o RPG-Acción consolero) que se ve combinada con la posibilidad de transformarse en dragón a voluntad y explorar el mundo de Rivellon desde las alturas.
La recepción del juego tuvo su número de críticas, pero las mismas se enfocaban en por menores del engine y/o problemillas de aquellos que se le escaparon al equipo de Q&A (o que se hubieran evitado con más tiempo de testeo); lo bueno es que todos estos habrían sido resueltos con algunos patches sin olvidar los retoques de la expansión por lo que tendrían que estar ausentes en su totalidad, o en gran parte, en esta edición remasterizada.
Algo que vale destacar para quienes conocieron a los predecesores inmediatos de este juego, Divine Divinity y Beyond Divinity, es que el mismo tiene poca relación con los mismos otro que a nivel contextual y narrativo. La jugabilidad de los anteriores era de clon de Diablo con mundo de juego casi sin recargas pero con un estilo muy propio de la PC, este no es el caso de Divinity II que hace el salto, si se puede llamarlo así, al lado multiplataforma de la industria y el género rol en particular.
Dada la genealogía del juego no es de extrañar que ahora lo más propio y único de la jugabilidad que se encuentra en The Dragon Knight Saga sea la posibilidad de intercalar entre ser el ya tan tradicional y heróico (o heróica) Caballero Guerrero (o mago, o hechicero) y un dragón que surca por los aires atacando torres y otros seres voladores --aunque, hasta donde va mi conocimiento, esto no llega a competir con el estilo de I of the Dragon (algo así como un Diablo con el avatar alado y la forma de un Dragón).
A la hora de la verdad Divinity II: The Dragon Knight Saga es una interesante alternativa para quién todavía no jugo Ego Draconis y tiene interés en el mismo al igual que para quién ya lo hizo y se siente tentado por volver a jugarlo pero con mejores gráficos y libre de problemas (al menos en su mayoría) además de tener la posibilidad de ver terminada la aventura en la expansión Flames of Vengeance.