Si
algo logra el demo de Warhammer: Mark of Chaos es ayudar a comprender
de que trata --exactamente-- el juego y como es su dinámica. Para
empezar, apariencias aparte, no es ni un RTS tradicional, si se los puede
llamar así, ni tampoco es del estilo Total War aunque tiene
similitudes con ambos. Al final, si su jugabilidad posee un juego al cual
asociarla ese sería
Heroes of Might & Magic, además
que rescata muchos elementos de la producción precedente de Black
Hole Games, Armies of Exigo.
Luego de los tres tutoriales --que básicamente
enseñan como mover unidades y regimientos, controlar la cámara,
combatir y gestionar héroes-- la Campaña del Caos inicia
con un escenario en el cual el héroe, Thorgar the Blooded One,
debe reunir tropas y demostrar que puede ser su nuevo líder. Tras
esta primera incursión (pseúdo)RTS se pasa a una perspectiva
estilo mapa de conquista que permite avanzar según una ruta prefijada.
El detalle en contra es que no se puede retroceder y no hay caminos bifurcados
por lo que las cosas sólo avanzan.
En
modo conquista se puede acceder a algunas ciudades y comerciar, este proceso
ocurre en ventanas independientes e incluye el conseguir tropas de refresco,
reforzar aquellos regimientos que sufrieron bajas, dotarlos de bonos (mejores
armas, armadura), comprar pociones y afines para los héroes, o adquirir
equipo de asedio. Todos estos procesos son directos y prácticamente
a un click del ratón (aunque no hay cancelar), el único detalle
es que el monto de oro con el que contamos siempre es limitado, así
que hay que pensar si reforzar el regimiento nivel 3 de Marauders,
o adquirir caballería pero de nivel uno.
Para Mark of Chaos los regimientos
actúan como unidades, los únicos entes individuales son los
héroes que pueden integrarse a un grupo para otorgarles bonificaciones.
Otra ventaja de los héroes son sus hechizos ofensivos, un pequeño
inventario de gestión automática (carga con pociones) y la
posibilidad de llevar equipo especial. A lo anterior hay que sumarle la
cara RPG del juego puesto que los héroes suben de nivel lo que permite
incrementar sus habilidades en tres áreas: combate, duelo y regimiento.
Combate son sus hechizos, bonos o habilidades ofensivas que pueden
usar cuando están solos o acompañados; duelo son capacidades
que sólo se activan cuando entramos en combate uno-a-uno con el
héroe del oponente; finalmente regimiento son bonos o hechizos
que refuerzan a todo el grupo al que esté asignado. La interface
presenta aquellos que se pueden activar según el estado actual del
personaje elegido.
A
lo largo del escenario disponible en el demo, que resulta ser prácticamente
todo el primer capítulo de la Campaña de Caos, es posible
avanzar dos héroes (incluyendo a Thorgar), conquistar un par de
ciudades, defender una fortaleza, comerciar a lo largo del camino y hasta
enfrentar pruebas críticas y decidir a cual divinidad seguir (esto
permite adquirir bonos especiales y quizá una historia bifurcada
en la versión completa). Si algo queda claro es que lo realmente
importante en éste juego es la aventura y el seguir paso a paso
como progresan los personajes, en particular Thorgar.
Tecnológicamente Warhammer: Mark
of Chaos no está nada mal, aunque se puede comentar que no esta
diseñado para utilizar apropiadamente hardware multiprocesador.
Esto no le impide tener una buena presentación visual y aprovechar
de compatibilidad DirectX 9.0c al máximo, ofreciendo variedad de
efectos visuales y buen detalle en escenarios y unidades.
En Síntesis. Su dinámica
de juego puede resultar un tanto simplista para los aficionados al RTS
o híbrido RTS-RPG, pero esto no impide que sea ágil y entretenida
para quien busque más una buena historia.