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Gráficos |
9|10 |
Jugabilidad |
7|10 |
Diversidad |
8|10 |
Sencillez |
8|10 |
Multiusuario |
8|10 |
IA |
7|10 |
Innovación |
7|10 |
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Ficha
Técnica |
Productor |
Barking Dog
Studios |
Distribuidor |
Disney Interactive |
Clasificación
ESRB |
Everyone |
31/Octubre/2002 |
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PC
Recomendada |
CPU |
PIV |
RAM |
512MB |
T. Vídeo |
3D |
VRAM |
128MB |
Disco Duro |
n/a |
CD Drive |
52x |
Otro |
Mon. 17" |
Demo |
145MB |
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Para
entender bien un par de las peculiaridades de la jugabilidad en Treasure
Planet: Battle at Procyon (Planeta del Tesoro: Batalla en Procyon)
hay que tener en cuenta dos cosas. Uno, está basado en una película
infantil que es una adaptación libre de una novela famosa (La Isla
del Tesoro de Robert Louis Stevenson, 1881). Dos, es un juego diseñado
con los más pequeños en mente y por lo tanto posee una naturaleza
pintoresca bien distintiva, no es muy complicado ni muy sofisticado. El
caso es que aún así su demo no deja de ser entretenido y
atractivo, a su manera.
La versión de testeo es en realidad
multiusuario, sin embargo existe la alternativa de crear un juego, para
Red Local o Internet, donde se está solo contra uno o más
oponentes controlados por el CPU. Aquí lo extraño, y un tanto
negativo, es que para crear el juego el sistema exige que la red o Internet
estén habilitados y funcionando. Considerando que sólo cuenta
con un mapa podría no tratarse de una oferta de lo más atractiva
para sus 145 MB. El caso es que permite testear la jugabilidad y tal vez
incluso agarrarle el gusto, aunque para aficionados del género no
va ha presentar ningun reto.
El
creador de una partida define el monto de puntos de victoria (victory
points) disponibles tanto para armar la flota como para equiparla y
asignarle personal. La interface es sencilla y directa, quien no tenga
ningún interés en personalizar sus barcos puede optar por
la opción automática que elige un grupo balanceado. Quien
si, puede elegirlos a su gusto, y van desde las poderosas Fragatas hasta
los rápidos Torpederos, con el detalle que en el demo faltan los
más grandes, y sólo está habilitada una facción.
Para evitar problemas de con quien se juega,
considerando que se trataría de menores de edad en particular, el
sistema multiusuario trabaja con una lista de amigos y perfiles de jugador.
En otras palabras, sólo muestra la presencia de otros usuarios que
corresponderían a una categorización de conocidos y/o confiables.
Siempre y cuando no se ande distribuyendo la identificación propia
de manera arbitraria. Esto en contraposición a los métodos
comúnes que conectan al usuario a redes aleatorias, no seguras y/o
públicas para encontrar otras personas con el mismo vídeojuego.
El fin de éste sistema es otorgar un grado extra de confiabilidad
al momento de utilizar Internet para jugar.
A
cada embarcación se le puede asignar personal, desde el capitán
hasta los que controlan y manipulan el armamento, los artilleros. Lamentablemente
mucho sobre la utilidad de cada uno no se capta con facilidad. Con el detalle
de que afectan a un grupo de atributos básicos presentados en la
interface. Seguidamente se puede equipar apropiadamente el armamento, también
de una lista extensa que va de cañones laser pesados a arpones y
generadores de campos gravitacionales.
Como se trata de una partida multiusuario
la misma es en tiempo real y no hay mucha oportunidad para ser tácticos.
El usuario tiene control directo sólo sobre una de las naves, las
restantes operan de forma independiente (por lo que asignarles un buen
capitán no es mala idea). Existen un par de comandos para la flota
pero su utilidad no llega a ser práctica. Los pocos controles son
directos y sencillos. La velocidad del impulso afecta la curvatura necesaria
para tomar un giro, y como el armamento está posicionado con preferencia
en los costados hay que hacer lo imposible para agarrar al oponente desde
nuestro buen ángulo de ataque, evitando el suyo.
En
el mapa de testeo existen islas y hasta una tormenta solar (que más
parece un huracan de color) que le otorgan ambiente. Cada grupo posee una
base --fuertemente defendida-- donde pueden retornar para reparaciones
de emergencia. El combate es ágil y rápido (al menos contra
el CPU). Y, aunque se supone que es el espacio sideral, todo trabaja sobre
un plano. Ahí donde apunta el cursor, van los disparos, por lo que
se puede pensar un poco si dañar propulsión, mástiles
o estructura/armas.
Tecnológicamente Battle at Procyon
se ve bien y se escucha aceptablemente. El daño causado en los navíos
es claro y muy visual --mástiles rotos, pedazos de la estructura
que faltan, propulsores que no funcionan, armas que no están, etcétera--.
Los gráficos mantienen la contextualización realizada por
la película, así que aunque se trata de naves futuristas
que funcionan a energía solar, las mismas mantienen total semejanza
con barcos a vela como ser Galeónes y Carabelas, por nombrar algunos.
En Resumen. El demo no es la gran cosa
pero al menos permite testear algunos aspectos de la jugabilidad, aparte
que su estilo le otorga una vida útil aceptable. Veteranos del género
RTS puede que lo encuentren algo sencillo e infantil, pero bueno, es porque
así debía ser. |