Si podemos ver a Ellen Ripley (encarnada por Sigourney Weaver) como la expresión máxima del personaje femenino rudo en el mundo del celuloide, entonces la Teniente Sarah Louise Kerrigan, también conocida como Queen of Blades, lo es en el de los videojuegos. Rescatada, acogida, usada y traicionada varias veces por un mismo individuo permite que podamos entender muy bien el porque de su odio, su rabia y su deseo de venganza contra él, contra el ahora Emperador Arcturus Mengsk.
La historia que conocemos de Kerrigan del primer juego deja bastante clara la situación entre ella y el nuevo emperador del Terran Dominion. La imágen adquiere un poco más de claridad con la historia corta StarCraft: Uprising (por Micky Neilson). Un par de leves detalles de poca relevancia se pueden encontrar en la novela Queen of Blades (por Aaron Rosenberg). Y podemos enterarnos de mucho de lo que hace al carácter y personaje de Arcturus Mensk en I, Mensk (por Graham McNeill).
En este punto creo que la (ex)Queen of Blades está ante un viaje sin retorno guiada por su odio al hombre que la traiciono, su desprecio por la vida humana en general, y porque en este punto tiene más Zerg en su mente y alma que otra cosa. Se puede ver a su evolución como personaje equivalente a la de la Sentinela --Warren-- Maiev en Warcraft III: Reign of Chaos. Cualquiera sea el caso, apuntar a devolverle su humanidad sería muy anti-climático en este punto.
Dicen que detrás de todo gran hombre hay una gran mujer, en el caso de Kerrigan, detrás de ella hay una gran horda de Zerg evolucionando, mutándose, cambiando según los designios de su líder, su reina, la Queen of Blades.
Según el vídeo de jugabilidad y la información disponible Heart of the Swarm enfatiza la aventura de Kerrigan en su búsqueda y evolución como personaje, y junto a ella la de su enjambre de Zerg --con el cual por lo visto no perdió todo contacto. Al fin de cuentas hablamos de un personaje que como humana siempre fue poderosa, tanto así que han tenido que introducir a Nova como alguien capaz de enfrentársele de igual a igual en lo que refiere a poderes psíquicos.
Tras ser capturada y sufrir una evolución y mutación genética en manos de los Zerg, y más cuando toma control de todo el enjambre al morir la Overmind, es imposible no verla como uno de esos personajes cuyo poder y habilidades va más allá incluso de lo que sus creadores tenían en mente. Al punto que no les queda otra que dedicar toda una expansión/juego a ella. Extrañamente, no antes de debilitarla un poco a través de un táctica digna de Lex Luthor.
Heart of the Swarm es también una forma de explorar una de las facciones más interesantes y menos comprendidas dentro la ciencia-ficción en general y los videojuegos en particular. Si bien tienen alguna relación secreta con los Protoss son mejor conocidos como la civilización casi animal, casi promordial, cuyo único objetivo es consumirlo todo y a todos --al menos hasta aquí sabemos. La saga The Dark Templar (por Christie Golden) intenta ofrecer un poco más pero los detalles que da son muy superficiales.
En términos generales la dinámica de juego presenta elementos que pueden ser asociados a Spore, Darkspore e Impossible Creatures pero más limitados, de tal manera que el descubrimiento de nuevos patrones de DNA, o mutágeno, permite crear nuevos y más poderosos integrantes de la temible y bizarra facción extraterrestre.También es una buena idea para levantar los ánimos de lo que podría ser viable con un MMO basado en la franquicia (algo nunca confirmado pero que se mantiene a flote en la dimensión de los rumores persistentes).
Personalmente espero a Heart of the Swarm como una forma de conocer más sobre Kerrigan, su presente y el futuro al que se adentra, al igual que saber hacia donde se encamina el destino del enjambre de Zerg; criaturas que resultan tan misteriosas y llenas de secretos y pasado como su propia Reina, el corazón del enjambre.