A través de su juego SpellForce Phenomic se hace conocer de forma innegable como una empresa rebosante de talento, llena de imaginación y originalidad y un equipo de programación más que capaz. Lamentablemente esto también llama la atención de compañías de mayor tamaño que los ven como una buena presa, por motivos fuera del conocimiento público son absorbidos por EA el 23 de Agosto del 2006. A menos que BattleForge (lit. Forja de Batallas) se trate de un proyecto entre proyectos resulta una triste forma de invertir la capacidad del equipo de desarrollo en un juego que no es otra cosa que uno de naturaleza comercial.
BattleForge consiste en coleccionar diferentes cartas cada una representando a una unidad, hechizos o estructura diferente, la reunión de un conjunto finito permite establecer un grupo de combate que podrá luego ser enfrentado a las cartas, y por ende unidades, hechizos y estructuras, del oponente para ver quien gana. Muy en la línea de series de dibujos animados como Pokemón, Digimón y todavía más afin a Yu-gi-oh o Magic. La presentación de éste producto de seguro obedece al éxito parcial obtenido por Guild Wars que maneja una dinámica similar, al igual que al tanteo que está realizando EA con modelos económicos alternativos, con BF adaptándose con relativa facilidad a microtransacciones o incluso a subscripciones, o ambos.
Dentro un modelo de microtransacciones no es inusitado pensar en que se puede adquirir ciertas cartas, i.e. unidades, hechizos o estructuras mediante el cumplimiento de achievements o la compra de las mismas. También sería viable ofrecer paquetes de cartas con nuevas tropas de tanto en tanto muy en la línea de lo que ocurre con Magic. La fórmula resulta por demás lista para recibir sucesivas expansiones que requieren poco o ningún cambio en la tecnología de soporte.
La naturaleza multiusuario de la dinámica también la hace muy propensa a trabajar con un modelo por subscripción para poder tener acceso a los servidores y así encontrar usuarios, oponentes y enfrentamientos que permitan obtener achievements y mejores cartas. Combinar ambos modelos económicos tampoco sería extraño.
Por su lado la jugabilidad no dejaría de poseer cierto atractivo pero el mismo estaría bastante restringido por obvias razones. Todo el estilo apunta a combates en escenarios-arena con énfasis en el apartado acción más que el estrategia (aunque esto último habrá que verlo en acción para dar veredicto final), esto como evolución enfocada al multiusuario de lo que presento Blizzard Entertainment en WarCraft III. Lo que no es malo de por si.
Respecto a su tecnología BattleForge parece utilizar una versión mejorada del engine presentado en SpellForce 2 con los debidos retoques y generalizaciones para que el producto pueda ejecutar en la mayoría de los equipos posibles ofreciendo una experiencia visual buena, pero no necesariamente alucinante.
En Síntesis. De momento no me dice nada, más bien siento cierta pena por el equipo de Phenomic, después de todo SpellForce y sus dos expansiones era geniales (y todavía lo son), la secuela un poco menos por tratarse de otra víctima de los procesos de generalización, simplificación y tontificación, aunque aún así resultaba muy jugable. Pero bueno.