El original de la franquicia Red Faction resultaba un interesante FPS pero no tenía nada novedoso excepto la posibilidad de deformar el terreno dentro ciertas limitaciones. Esto se traducía en poder destruir paredes, cavar túneles y abrirse camino cuando no lo había. Tenía su atractivo pero termino quedando en segundo plano ante juegos de mucho mayor profundidad narrativa y algo más de jugabilidad.

Algo similar le sucede a su más reciente entrega Red Faction: Guerrilla que ofrece un entorno totalmente deformable que trabaja con simulación física en tiempo real de las estructuras por lo que su destrucción es dinámica y aleatoria. Durante su desarrollo uno de los diseñadores de ambientes comentaba como con el nuevo sistema cuando una estructura no podía sostenerse por si sola de forma lógica y realista simplemente se derrumbaba; lo que les forzo un poco a pensar y trabajar como arquitectos e ingenieros civiles, ya no movían sólo bloques de dibujos sino de metal, de piedra, de vidrio, de cartón y, obviamente, pilares de cristal súper delgados no soportan un piso de puro hierro.

Al parecer nada de lo citado arriba quita la fe en la franquicia que tiene THQ, o su deseo de hacerla funcionar. Por ello ahora vienen con Red Faction: Armageddon. Si algo se puede decir de esta nueva entrega es que se trata de un producto diseñado con dos cosas en mente: uno, demostrar que su dinámica vende; dos, destacar aquellos elementos de la jugabilidad cuya naturaleza y estilo les hace más entretenidos y por ende más vendible al producto.

El resultado de integrar los puntos uno y dos es un contexto al que algo le queda del de Red Faction. Encima de la base familiar de la serie le agregan un nuevo enemigo extraterrestre (o marciano), referidos como The Plague, y permiten que todo se destruya sin consideraciones ni remordimientos, al punto que la jugabilidad en si casi fuerza la necesidad de derrumbar todo. Inevitablemente, las nuevas armas, y las viejas extendidas, vienen para reforzar esto último por lo que causan mucho más daño o, mejor, más destrucción.

Si bien la franquicia se está moviendo hacia el lado "más vendible" lo está haciendo no tanto por mérito propio como por saber imitar (o adaptar si se quiere) las ideas de otros juegos afines que si han tenido éxito y mucho. Tras repasar la información disponible los siguientes juegos vienen a mi mente como "influencias" de Armageddon: Doom 3, Dead Space, Half-Life 2, Roboblitz, Painkiller, Gears of War, Shadowgrounds e incluso StarCraft; no quedan dudas de que se trata de productos de primer nivel.

La gran ventaja de trabajar con una facción alienigena como enemigo tiene que ver con quitar cualquier atadura moral instintiva y subconciente que se pueda tener, tanto narrativamente como desde el punto de vista del jugador. Al menos hasta que aparezca un defensor de los derechos de los extraterrestres no es malo apuntarles un arma ni volarlos en pedazos, menos virtualmente.

Por lo que se puede apreciar los enemigos de Red Faction: Armageddon obedecen a las 'clases' que se puede encontrar en otros productos afines. Tenemos a las criaturas de bajo nivel que atacan en grupos y son más que nada carne de cañon, y también a aquellas de gran tamaño y fuerza con las que esperamos no encontrarnos muy seguido. Sin dejar de lado a las de nivel intermedio que vienen a ser las clases 'soldado', 'guardia' y 'guardia élite'.

Si se puede destacar una característica de la jugabilidad sería como la misma refuerza la tecnología de entorno deformable que posee el engine. El concepto básico es que The Plague operan extendiendo una especie de manto biológico sobre el suelo y estructuras que utiliza lo que encuentra y lo absorbe como su fuente de alimento, de ahí el énfasis en 'no dejar nada de pie'.

Lo anterior se ve reforzado a través del Nano Forge una súper-arma que aparece como legado de los juegos anteriores y que en escencia se vuelve el pretexto para dotar al personaje de habilidades especiales. Actualmente se conoce dos: repair (reparar), aprovechando que el existe una lógica detrás de la destrucción de un entorno el proceso se puede revertir, es decir, se puede reconstruir. Shockwave (onda de choque), como su nombre bien lo dice esta habilidad crea una onda de pura fuerza bruta que noquea y atonta a todo aquel que se encuentra en su área de acción, facilitando así la eliminación de oponentes, el escape, o la realización de algún ataque más inteligente.

También se puede encontrar datos sobre un generador de agujeros negros mismo que serviría para destruir estructuras de manera masiva y/o eliminar grupos grandes de oponentes. Tampoco faltan armas de uso táctico, o para darle mayor dinamismo al combate, como ser el caso del Magnet Gun; aunque en una entrevista sus diseñadores dicen que no hay nada similar en el mercado resulta que esta arma es muy parecida en su funcionalidad al Tractor Beam utilizado por Blitz y más al gancho de Rico Rodriguez en Just Cause 2. Se apunta a un objeto/entidad y luego a otro objeto/entidad y ambos se encuentran en un punto medio con diversos resultados.

Al final la idea es darle al usuario muchas herramientas (armas y habilidades) para aprovechar del entorno, y de los propios enemigos, al momento de entrar en combate. Con el debido énfasis en que el uso sea inteligente e imaginativo y dependa de cada jugador así se logra maximisar el nivel de entretenimiento ofrecido por el juego.

Si nada más se pinta entretenido. Siguendo una reciente moda, poco antes o simultáneamente con la salida al mercado de Red Faction: Armageddon saldra la película para TV Red Faction: Origins que viene a completar los eventos que llevan de Guerrilla a Armageddon. Origins estaría siendo producido por el SyFy Channel y aparentemente tiene aires de ser un programa piloto por lo que si va bien acabaría como una serie complementaria pero independiente del juego.