Como
en su predecesor es posible elegir un Mech, cambiarle armamento,
partes de su estructura y dotarlo del camuflaje (textura) más apropiado
para el tipo de terreno y clima de la misión a realizar. Proceso
que es mucho más interesante y simple que antes.
La visibilidad y el entorno de la cabina
de control son idénticos a los de MechWarrior 2 con la clara
diferencia de que se esta usando un mejor y más sofisticado engine
gráfico. En las máximas resoluciones hasta los detalles más
infimos resaltan y son visibles, ni que decir de la tridimensionalidad
de objetos, bases, ambiente y maquinaria. Algo que también cambia
es que ahora cada tipo de robot tiene un estilo diferente de cabina, además
de que es posible omitir el efecto para tener una visión más
clara del entorno (esta facultad ya existía en la versión
precedente).
Todas
las mejoras hechas a MechWarrior 3 no sólo son buenas noticias
ya que para disfrutar de todo lo nuevo y lo bueno que trae será
necesario contar con un buen equipo, lo mínimo recomendable es una
Pentium
II con una tarjeta de aceleración 3D decente, o buena. La presencia
de un joystick no es obligatoria, pero puede ser recomendable para un mejor
control del Mech.
MechWarrior 3 incluye un par de
robots nuevos y par que se ausentan. La jugabilidad en si no sufre ningún
cambio especial, lo mismo sucede con la línea histórica que
continua con dos clanes enfrentándose por el control total del planeta.
Aún así demuestra porque esta saga sigue siendo lo mejor
del estilo de los pseudo-simuladores de enormes robots de combate.
En resumen. Quienes todavía no han
tenido ningún contacto con la saga MechWarrior harían
bien en empezar con esta tercera entrega, que ofrece gráficos alucinantes,
el mismo nivel de jugabilidad y varias extensiones en su multiusuario.