No voy a negar que entre mi lista de juegos esperados y que no había cuando aparezcan estaba, ¿está?, una nueva entrega de Max Payne, el policia buscador de justicia, su tipo de justicia. Pero entre medio de la espera Remedy Entertainment debió meterse en algún tipo de problema económico y deciden vender la franquicia a Take-Two Interactive el 2002 y poco después se ven involucrados en el largo y cambiante proceso de desarrollo de su nuevo IP para Microsoft, Alan Wake.
Max Payne 3 al principio estaba planeado para algún momento durante el 2009, luego para el cuarto trimestre de este 2010, ahora resulta que saldrá --muy probablemente-- a principios del ya no tan lejano 2011. Lo desarrolla Rockstar Vancouver y será distribuido por Rockstar Games, algo así como la rama madura y adulta de los productos de Take-Two Interactive.
Sin embargo, hay algo muy no-Max Payne con este Max Payne. La propia compañía lo califica como "un Max como nunca se lo ha visto antes, mayor, más cansado del mundo, más cínico." Nueva York queda atrás, y por lo visto las cosas le han ido de mal a peor, lo único que queda del viejo personaje es su búsqueda de los verdaderos culpables. Algo que será difícil de lograr si él está en San Pablo, Brazil, trabajando de lo que podría calificar como guardaespaldas de una familia adinerada. Todo esto 12 años después de los eventos de Max Payne: The Fall of Max Payne.
Por ahora la información sobre Max Payne 3 es escasa pero no estoy seguro sobre este cambio. Las capturadas de pantalla lo muestran como alguien que no dudaría mucho en ser amigo de Kane y Lynch. El contexto mismo, como las fabelas de San Pablo que se ven en una de las capturadas, y el cambio de policía desesperado a ex-policía sin razón para vivir podrían ser unidos para darnos una aventura en la línea de lo que se ve en la película Man on Fire (2004, por Tony Scott, con Denzel Washington y Dakota Fanning, y cuyo guión me recuerda demasiado a una historieta de D'Artagnan titulada, muy apropiadamente, El Guardaespalda).
Aparentemente el equipo de Rockstar Vancouver, quizá bajo ordenes de más arriba, considera que ya es irrelevante el contexto de novela negra que le daba ese aire único a la serie original; tal vez decidieron darle un toque propio en esta su nueva etapa. O quizá piensan que de está manera el juego se vuelve más comercial. Lo seguro es que en San Pablo, un ex-policía sin motivo para seguir viviendo, un hombre que espera lo peor de los demás, bajo la bandera de Rockstar pueden con total naturalidad combinar en algo explosivo lleno de acción y balazos a quemarropa.
Ahora sólo queda esperar que la historia y la jugabilidad traigan novedades, o al menos un buen estilo de acción. Mientras el próximo vídeo promocional no empiece con que algo le pasa a la familia que protege, o a uno de sus miembros, y Max se lanza a la búsqueda de los culpables recordando su propio pasado, estaremos bien. Queda cruzar los dedos que por darle un giro a la personalidad de Max Payne no terminen con un personaje que deja de ser alguien diferenciable y se convierte en uno más del montón.