Half-Life 2: Episode Two inicia en el punto exacto en que lo dejamos del episodio anterior. Recuperándonos de un nada suave escape en tren que apenas nos alejo lo suficiente de la explosión de los generadores de City 17. Tras ser rescatados por Alyx y recuperar la Gravity-Gun --sorpresa que todas las otras armas hayan desaparecido-- se nos presenta una excelente imagen en el horizonte de la ciudadela en llamas y un haz de luz que se pierde entre las nubes.

No se si es el estar lejos de la ciudadela, al aire fresco, con un engine retocado, pero este segundo episodio inicia con promesa de ser diferente. La escena de la ciudad destruida a lo lejos ayuda a entender que hay cosas nuevas por delante. Esto es cierto en parte, la jugabilidad no varia demasiado pero una vez más tenemos la oportunidad de conducir un vehículo.

Siguiendo la no tan buena costumbre de la serie, el equipo de desarrollo presenta líneales y repetitivos escenarios, en los cuales en más de una oportunidad hay que realizar la misma tarea una y otra vez. Por suerte no en la proporción que se ve en Half-Life 2 o Episode One por lo que avanza más fluido y es menos irritante. Aunque hay un par de momentos para jalarse los pelos.

Alyx se mantiene como nuestra fiel compañera de aventuras aunque durante un lapso contamos con el apoyo de un Vortigaunt. En camino a nuestro destino terminamos varias veces en compañía de miembros de la Resistencia Lambda, lo bueno es que es más probable que sean nuestro respaldo que nosotros el suyo lo que resulta un buen cambio de dinámica.

Si bien perdemos su rastro de rato en rato los Combine están tras nuestros pasos sin perdernos la pista nunca, al parecer debido a una transmisión que Alyx recupera en el anterior episodio con un mensaje de la Doctora Judith Mossman. Algo en él es urgente para los esfuerzos de la Resistencia en su plan de cerrar al portal que aún persiste en City 17. Un problema con esta constante persecusión es la entrada en escena de Hunters, robots medio orgánicos difíciles de eliminar que tienen la mala costumbre de golpear como toro y disparar munición explosiva que se pega como flecha.

Durante la travesía hay un momento en el que podemos ver a lo lejos a las tropas Combine sobrevivientes moviéndose con propósito, justo en la dirección que debemos ir, claro está. Pero lo atractivo del momento es verlos avanzar, con los gigantes Strider y Hunters muy visibiles, al igual que las unidades aéreas y el resto de las tropas a pie. Me recuerda una vez más porque este juego lo asocie desde un inicio con el Eternauta, tienen tanta afinidad y relación.

De momento no logro agarrar el elemento clave que hace que Half-Life 2: Episode Two me guste más que incluso el juego original, creo que se debe a que todo el argumento se va completando y hay cierto impulso narrativo hacia un cierre --aunque llegue a ser parcial-- de todo lo experimentado hasta el momento. Este episodio marca el punto crítico entre los proberbiales antes y después.

El tema aventura está tan bien como siempre, con todos los personajes interpretando sus roles a la perfección. La trama deja un buen par de misterios para resolver... en otra ocasión. Una vez más la jugabilidad, el diseño de niveles y el ritmo de la acción tienen muchos altibajos. En parte porque repiten eventos una y otra vez, en parte porque fuerzan algunas cosas para que haya que resolverlas como rompecabezas utilizando el Gravity-Gun. Pero bueno, tiene un par de momentos memorables que en algo ayudan a aplacar a los otros.

Half-Life 2: Episode Two tiene todo para ser considerado el final de los eventos que inician en Black Mesa con el primer juego. Obviamente no todos pero si la trama base que es luego confundida más con toda la historia de City 17, pero que ahora tiene un punto a parte. Hay un par de muy bien realizados momentos críticos en la aventura, muy empáticos, uno de ellos... al final.