Si mi memoria no me falla me tope con eXperience 112 (Experience 112, The Experiment: Secrets, Surveillance, Survival) a finales del 2009 o inicios del 2010, lamentablemente en ese entonces el equipo con que contaba no pudo con el demo así que no llegue muy lejos. Lo que no impidio que lo poco que vi me llamo mucho la atención.
Es una pena hablar de este juego casi cuatro años después de su salida oficial, claro que por otro lado también es positivo porque tal vez esto ayude a que lo testee y conozca una nueva generación de posibles seguidores. Lo bueno es que su demo está disponible en varios lugares, no es muy grande y la oferta que contiene es por demás suficiente para entenderlo y quedar atrapado con ganas de más, o perder por completo el interes.
eXperience 112 pertenece al grupo de juegos que son una categoría en si mismos. Si hay que encajonarlo en algún lugar diría que Aventura más que Acción de no ser por la presentación que ofrece. Solo que también tiene rasgos de simulación, un toque de arcade y rompecabezas, otro de estrategia y RPG. Al final, podría ser un Acción, Aventura en cuarta persona, si vale la expresión.
Uno de los aspectos más novedosos de este juego, y quizá aquel que desanimara a más gente, es que como jugador (o jugadora) no estamos en control en el mismo sentido que en un juego de Acción, Estrategia, Arcade o inclusive Aventura. Ese privilegio lo tiene, hasta cierto punto, el personaje virtual, la Doctora Lea Nichols. Pero vayamos por partes.
El contexto es un gran barco encallado en proximidades de lo que parece ser una isla paradisiaca. Por el estado del barco podemos deducir que ha estado ahí por bastante tiempo y que nadie lo ha visitado o tratado de arreglar. También se puede apreciar destrozos sobre la cubierta superior y flora que viene de adentro. Bizarro.
La forma en que empieza el juego en si se puede decir que tiene mucho de cliché, una mujer parece despertar como saliendo de un golpe o desmayo, moviéndose y levantándose poco a poco y con dificultad de una litera; la vemos como a través de la cámara de seguridad. Mientras que el punto en que el jugador toma control, por así decirlo, es exquisitamente único. La mujer, que resulta ser la nombrada Doctora Nichols, mueve la cámara preguntando por un tal John; nosotros, el usuario, somos la cámara.
Obviamente que la idea está muy bien trabajada, el concepto de jugabilidad muy bien implementado y a pesar de lo que se pueda pensar, nuestra participación es constante, dinámica y latente en todo momento. Se puede ver a esto como una evolución de la escencia de los juegos de aventura de antaño, sólo que en vez de ser el cursor del ratón haciendo click y moviéndose por todo lado somos los ojos de las diferentes cámaras de seguridad.
Al principio no podemos hacer nada hasta que Nichols se da cuenta que no le queda otra y tiene que confiar en nosotros, como el operativo en el centro de control que por uno u otro motivo no puede salir, ¿o quizá está fuera del barco?. Tras recibir su clave tenemos acceso a todo el sistema de seguridad del nivel en que se encuentra, podemos hacer girar las cámaras, seleccionarlas, prender luces y activar/desactivar algunos aparatos conectados al sistema, incluso abrir ciertas puertas.
Por razones obvias la comunicación es en un sólo sentido, así que escuchamos en voz alta lo que la Doctora va descubriendo, quiere hacer, piensa que ocurre, etcétera. En un toque de contexto genial hasta nos va dando objetivos al introducirlos en la consola del sistema desde las terminales que puede acceder en su lado.
Lo único un tanto forzado, pero me imagino que inevitable si se quiere que el jugador sepa y no que se entere por ser curioso o suficientemente explorador, son los desvanecimientos que tiene Lea durante los cuales podemos ver sus recuerdos y que van aclarando algunos eventos de su pasado. Aunque, y esto es pura especulación hasta que logre jugar la versión completa, tal vez podemos hacerlo por alguna razón que nos liga más al contexto pero que no recordamos tampoco.
Como Nichols está todavía débil y no al 100% de sus capacidades decide que lo mejor es que nosotros exploremos a través de las cámaras y que ella va ahí donde prendamos luces o aparatos. Su habilidad para interactuar y comentar, charlar, es limitada pero no pierde propiedad ni inmersión durante el demo. Lo que habla muy bien de su IA y el guionista de sus líneas de diálogo. Tampoco es que empiece a contarnos de los problemas de la vecina o el lío en que está una tía lejana.
Durante las exploraciones encontramos notas, pautas y puertas cerradas que siempre son dignas de explorar. Hasta, gracias a nuestro particular angulo de visión, vemos algo muy intrigante y que ni podemos llegar a comentarle a la Doctora porque de seguro es sumamente importante.
Jamás pense que descubrir una mejora para el sistema de cámaras podría ser tan emocionante como encontrar una nueva arma o un nuevo tipo de munición, pero en eXperience 112 ese es el caso. En el demo llegamos a encontrar la de visión nocturna, que permite aclarar mejor lugares muy oscuros con el tradicional tono gris de este tipo de cámaras. También la de zoom que se vuelve importante para curiosear notas dejadas sobre mesas o en las paredes y que están un tanto alejadas de las cámaras fijas.
No faltan un par de (pseúdo)rompecabezas que habrá que resolver, por suerte ninguno requiere otra cosa que sentido común y trabajar con los limitados elementos que poseemos. Incluso es posible, casi al final del demo, controlar un robot a remoto para acceder a un laboratorio contaminado y recuperar una tarjeta de identificación.
El título Norte Americano dado al juego, The Experiment: Secrets, Surveillance, Survival (El Experimento: Secretos, Vigilancia, Sobrevivencia), revela más respecto a la oferta del mismo que su original eXperience 112. Claro que ya en el demo llegamos a enterarnos, de la forma no tan sútil descrita previamente, que hay algo alrededor de un individuo 112. Uno de los secretos que se encuentran encerrados en el barco encallado y que tendremos que ayudar a la Doctora Lea Nichols a descubrir, o recordar.
Lamentablemente el demo tiene que terminar en algún punto y lo hace tras explorar la cabina del gran barco. Lea nos deja entender que el sistema de seguridad opera por niveles y que para activar uno hay que desactivar otro, una idea atractiva para mantener la inmersión mientras se carga la siguiente cubierta.
