Para hacerle total justicia al juego Deep Black Reloaded, el título dado a la versión PC para distinguirla de un lanzamiento en beta que resulto conflictivo, lo primero que hay que hacer es arrojar por la borda cualquier relación que se le quiera poner con un anterior proyecto de BiArt denominado Underwater Wars, o U-War. Si bien tiene algo de su tecnología y hasta califica de subproducto a la hora de la verdad no tienen relación alguna.

Es difícil de negar que con toda la promesa y el potencial de un juego como Underwater Wars termina siendo un poco triste que llegada la hora uno se encuentre con algo que es menos. Tanto así que los desarrolladores se han visto ante la necesidad de aclarar y recalcar más de una vez que entre ese su proyecto y este su juego no hay ningún parentezco. Comparten genes, quizá, pero el resultado final dista tanto como el ser humano del mono. Con esta aclaración ahora si podemos seguir.

Deep Black Reloaded es, tal y como lo destacan en su sitio oficial, un shooter de estilo arcade y casual en tercera persona con la posibilidad de combatir y explorar escenarios subacuáticos. El contexto es de tono contemporáneo en un futuro cercano con elementos de ciencia ficción. Nuestro personaje es un soldado de operaciones especiales reinstaurado a un grupo anti-terrorista.

La apariencia del personaje sigue un poco aquella del traje espacial de Clark en Dead Space. Con el detalle que se trata de un sistema de buceo moderno con jets de propulsión submarina y un sistema de respiración cerrada de duración infinita (no algo que la jugabilidad destaque pero si que está ahí).

Queda claro bastante rápido que Deep Black Reloaded es el producto que quiere ser comercial de la frustración nacida de no poder llevar adelante algo como Underwater Wars. Es simplista en extremo, falto de ideas originales, falto de una ambientación o contexto que atrapen de verdad. No voy a decir que no es jugable, porque lo es hasta tiene momentos que casi atrapan, pero tampoco hace el esfuerzo de ser un poco más.

El verdadero problema es que el equipo de desarrollo intenta crear algo por fórmula pero lamentablemente no combina bien los ingredientes requeridos, ni lo hace en las proporciones adecuadas. El resultado es un juego que se podría jugar --bien-- pero que en vez de atraparnos nos aleja en cada oportunidad que puede. No está falto de un par de ideas prometedoras pero el todo tiende más al lado de lo mediocre.

Por otro lado Deep Black Reloaded es de esos juegos con demasiado enfoque a un posible, o previo, paseo por consolas. Su sistema de cubierto es por tecla, no nos podemos agachar, el control del arma y apuntar se siente antinatural, como si tuvieramos que compensar por pesas invisibles que llevan la mira del arma a este o aquel lado. A veces, aún cuando está apagado, entra en efecto el sistema de auto targeting (hacer blanco automáticamente) que en vez de ayudar se vuelve un estorbo más.

No faltan armas pero su eficiencia y practicidad se ve reducida demasiado por el pésimo sistema de apuntar. Sólo este detalle le quita mucho del factor entretenimiento que podría tener. La posibilidad de eliminar enemigos en lucha cuerpo-a-cuerpo es muy por guión, y la dinámica ni permite aproximarse con sigilo por lo que se vuelve en algo que usamos cuando no hay otra, mas que cuando nos conviene.

Aunque se trate de un shooter arcade en tercera persona la falta de imaginación en el diseño de escenarios, la repetitividad de los enfrentamientos, la total ausencia de algo interesante y novedoso en el sistema de combate le quita otra tajada a su potencial atractivo. Es indudable que se trata del mismo concepto de productos como Gears of War o Dead Space, pero hay algo que falla.

La presencia de diferentes oponentes cada uno con armas especiales y/o armaduras distintivas no se traduce en otra cosa que enemigos más, o menos, duros de roer. La gran cantidad de robots submarinos y de superficie se ve atractiva pero a la hora de la verdad no aportan nada, sólo son blancos móviles con pinta diferente. El comportamiento bizarro de algunos soldados, y el que a veces su movimiento parezca forzado y acelerado, no ayuda. No falta la oportunidad en que en un parpadeo el enemigo que estaba al otro extremo de la sala está prácticamente en frente nuestro --espero sea un bug que van a corregir.

Los ambientes combinan escenarios cerrados, laboratorios, submarinos y cavernas con pasillos, y otras estructuras, inundados. Muy lamentable que si bien toda la presentación acuática es buena no pase nada especial o interesante en ella. No hay motivo para explorar y no tarda en volverse parte de una rutina entre las batallas en superficie. Al menos el efecto del agua y el sistema de propulsión es muy bueno.

Respecto a la historia tampoco se puede decir mucho. Es cliché y ni siquiera está bien desarrollada, al punto que se deja de querer comprenderla y nos enfocamos en cumplir los objetivos que no van más allá de encontrar información, eliminar enemigos, salir de un lugar, entrar a otro lugar y en el proceso lidiar con más oponentes. La actuación de voces y los diálogos están en la categoría "sin comentarios", claro que no hay nada ahí que valga mucho escuchar o a lo que prestar atención.

Creo que lo más triste del caso, desde mi punto de vista como jugador, como editor, como alguien que en realidad esperaba Underwater Wars, es tener que darle palo al juego porque sus desarrolladores tampoco le pusieron el esfuerzo necesario para poder destacar algunas de sus prestaciones. Al menos se puede esperar que con un buen par de patches el tema de apuntar, extraño comportamiento IA y ciertos imbalances sean solucionados, lo que al menos lo haría más jugable, aunque no más llamativo o interesante.

Me gustaría poder recomendar Deep Black Reloaded pero no veo como, ni porque. Tal vez para los que gustán de lo arcade, casual y tengan paciencia para aguantarle sus problemas; quizá cuando esté en barata en alguna oferta de Steam luego de que saquen los arreglos respectivos para solucionar lo menos atractivo de su jugabilidad. Hay potencial en el trabajo de BiArt, es lamentable que por sacar algo por fórmula se hayan olvidado de integrar bien los ingredientes apropiados.