Dead Space 2 es otra de esas secuelas que más que caer como sorpresa nos preguntábamos porque tardaban tanto en anunciarla. Ahora que lo han hecho tampoco parece que esta nueva entrega vaya más allá de ofrecer la usual fórmula que se aplica a un juego inesperadamente exitoso: más de lo mismo, retoques, generalizaciones, un par de simplificaciones, más sangre y un combate de orden macabro extendido –si se puede llamarlo así.

Lo primero es que el sistema gráfico está siendo mejorado, lo que en este estilo de ‘juego de producción industrial’ no es algo que amerite mucha atención, es algo que se espera y punto.

La historia tampoco parece que vaya a traer nada de otro mundo, esto a pesar de ocurrir en la ciudadela conocida como Sprawl en Titán, una de las lunas de Saturno. La ‘novedad’ en este apartado vendrá de la posibilidad de explorar de manera más abierta el mundo de juego y que nuestro personaje ya no actúe tanto como el ‘chico de los mandados’.

En el primero la historia no dejaba de ser interesante pero a la hora de la verdad no decía gran cosa, apenas era un pretexto para la presencia de pseudo-zombies, extraños artefactos extraterrestres, y criaturas bizarras y grotescas que ayudaban a dar el contexto horror/suspenso. Todo apunta a que la idea se repite también en esta oportunidad.

Donde Visceral Games piensa colocar la mayor cantidad de cambios y esfuerzo parece ser en el sistema de combate, que muy bien puede ser visto como una segunda versión de su sistema de ‘desmembramiento táctico’. Al parecer la idea es ofrecer más maneras de eliminar al oponente (los Necromorphs) y/o impedir su avance y/o redirigir su ataque contra el mismo o contra sus aliados. Espero que en esta oportunidad le den algo de énfasis al tema de lo ‘táctico’ porque en Dead Space llega el momento en que no se hace otra cosa que apuntar a las extremidades y listo, lo que resulta tan repetitivo y monótono como apuntar a la cabeza o el pecho en otros shooter.

Uno de los mecanismos que piensan utilizar para dar más color y vida al combate, otro que el rojo, es un entorno más interactivo y deformable; por más que esto sólo implique que algunas cosas explotan y otras reaccionan negativamente a los disparos. Aquí también entra en acción la posibilidad de patear o mandar por los aires a un objeto/criatura/enemigo y causar incendios o daño por/con fuego y electricidad.

Detalle interesante es que disparar a las luces, los cables eléctricos y/o las ventanas que dan al vacío del espacio exterior puede causarnos tanto problema como resultar muy beneficioso en las circunstancias apropiadas. Habrá que saber tener cuidado en ciertos ambientes y aprovechar tácticamente otros --al menos según la teoría.

A lo anterior hay que agregarle la presencia de una buena cantidad de armas nuevas al igual que más y mejores upgrades y el infaltable disparo alternativo en cada una de ellas. Las armas se ven complementadas por nuevos enemigos que inspiran a su uso, al parecer destacando aquellos que atacan en masa y gustan de andar en números grandes --como para forzar un poco el uso del entorno y cosas como fuego, vacío y electricidad.

Un aspecto que al parecer no piensan tocar, a lo mucho arreglar algunos detalles, es su excelente H.U.D. y la interfase visual que presentaba para controlar algunos objetos interactivos y para acceder a información del juego sin que por ello lo parezca. Probablemente lo más original e interesante que ofrecía el primer Dead Space; espero que llegada la hora no lo cambien ni ‘mejoren’ negativamente.

El primero la verdad que no me dijo nada, resultaba entretenido pero lamentablemente quedaba corto en el apartado novedades y originalidad, su historia no atrapaba ni se entendía muy bien (ni siquiera tras ver su película animada o su serie de pseúdo-comics en flash) y su dinámica de juego no tardaba en ser repetitiva, monótona y predecible por lo que muy de horror/suspenso no resultaba. Esto no quita el que terminaba siendo bastante jugable. Por ahora no pretendo decir que la secuela me llama mucho la atención pero al menos podría servir para aclarar algunos puntos de la historia original. Habrá que ver.