Hay algo de fascinante en la oscuridad y las criaturas de la noche que desde siempre la han poblado. Se trate de fantasía, lo súper-natural o lo mítico su naturaleza y sus habilidades nos llaman de la misma manera que la luz de una lámpara a las polillas, y usualmente con el mismo resultado. Dark, por RealmForge Studios, explora ese contexto pero desde una perspectiva muy inusual.

Siempre que se habla de criaturas súper-naturales como Vampiros y Hombres-Lobo se piensa en toda la destrucción que se podría causar con sus poderes y destrezas, y no es para menos. Vampire: The Masquerade - Bloodlines es uno de los pocos juegos donde estas criaturas pueden actuar como algo más que máquinas de destrucción masiva. No es que falte oportunidad para causar destrozos pero también se suele requerir del sigilo, en particular con aquellos clanes cuya apariencia no los hace pasar desapercibidas en público.

Por la información disponible Dark pretende trabajar con el contexto usual pero dándole un enfoque diferente. No se explica si por algo en la historia/contexto, o exactamente porque, pero aún con sus habilidades súper-naturales nuestro avatar debe enfocarse en ser furtivo y sigiloso en vez de lanzarse a lo Selene --de Underworld (2003, con Kate Beckinsale, Michael Sheen y Scott Speedman)-- contra todo y todos. Aunque se puede asumir que tampoco será siempre a puño, colmillo y garras porque en las pantallas se ve lo que parece una funda para pistola en su muslo (a la Sam Fisher).

La dinámica combina habilidades Vampiro con el ser cuidadoso para explorar los diferentes ambientes y enfrentar a distintos tipos de enemigos. Según la nota de Eurogamer el uso de poderes consume puntos de salud, lo que quiere decir que no se los puede abusar a menos que querramos quedar para que nos mate de susto el primer bicho que nos diga BOO!. Diría que esto sigue --más o menos-- la idea de BloodRayne 2 en que un par de sus armas usaban su sangre como munición.

Considerando que se trata de enfatizar el juego inteligente no me parece mala idea. No hay nada sobre si regeneramos salud, quizá esta sea una de las opciones de evolución en su apartado RPG, pero si podemos recuperarla haciéndonos con alguna presa --una vez más, a lo BloodRayne-- y darle la tradicional mordida. Obviamente, como queda tan claro en Interview With The Vampire: The Vampire Chronicles (1994, con Tom Cruise, Brad Pitt, Antonio Banderas y Kirsten Dunst), la sangre de los ya fallecidos no sirve.

Aparentemente la aventura transcurre en cierto contexto futurista y de tono cyberpunk, pero nada lo confirma del todo. El uso de un sistema de renderizado por cel-shading, como XIII , Borderlands o The Darkness 2, le da aire estilizado y hasta podría permitirle presentar cierto grado de violencia extrema sin tener que acabar con una categorización M o 18+. También le permite destacar entre tanto producto que se autocalifica de "hiper/ultra realista".

Todavía es temprano para decir mucho más y los detalles escasean. Pero la idea atrapa y el contexto en si siempre resulta llamativo. Queda esperar que el equipo de RealmForge sepa implementarlo bien y, si nada más, crear una buena base de jugabilidad sobre la cual luego ya podrán ir mejorando los detalles. En lo que a mi respecta, bastaría una buena adaptación de la escencia de Deus Ex y Tom Clancy's Splinter Cell (el primero) dentro el contexto seleccionado para que nos encontremos con una llamativa e interesante --potencial-- sorpresa.