Fecha
07/05/2012
Autor
Webmaster
Si algo se puede decir del sistema de transporte --público-- de Londres es que resulta tanto una bendición como una maldición, dependiendo las circunstancias del momento. También vale comentar que, al menos por lo que dice gente venida de otras partes de la Comunidad Europea, Londres cuenta con una de las tarifas más caras de la EuroZona.
Llegada la hora es imposible no encontrarle aspectos negativos, lo que no evita que en general el transporte sea entre adecuado y bueno dependiendo las circunstancias y considerando un promedio de su comportamiento semanal, mensual y anual. Parte del tema lo son el sitio oficial Transport for London que incluye cantidad de informació útil, detalle de rutas, mapas y otros, y el sistema de (pre)pago integrado Oyster que cubre el área urbana del Gran Londres (con miras a expandirse).
Se lo vea como algo malo o bueno requerir de los servicios de transporte es inevitable. Vivir cerca del trabajo es un sueño que ni los ejecutivos de alto nivel logran cumplir, y si lo logran les absorbe buena parte de sus salarios. A lo mejor que se puede aspirar es encontrar un buen balance entre vivir donde la renta no es demasiado exagerada, y trabajar a una distancia que haga del commuting algo tolerable.
Algo a lo que hay que acostumbrarse, y que puede ser más fácil para unos que otros dependiendo de donde provienen, es a planear de antemano lo que se puede, y/o debe, hacer a lo largo de las rutas de viaje cada día, o en algún momento durante la semana. No por nada hay sucursales de tiendas, súpermercados, bancos y afines por casi todo lado, en particular en puntos críticos donde la gente cambia de ruta de bus o pasa de un medio de transporte a otro (cerca de estaciones de tube/tren o garajes de bus, por ejemplo).
También es necesario hacer el esfuerzo de conocer, o buscar, rutas alternativas entre los puntos que nos son importantes. A veces resulta que es más rápido combinar tres buses que ir en uno que es más directo pero su ruta más larga. O, sucede que nuestra ruta normal está bloqueada y hay que buscar por opciones eficientes para llegar perdiendo el menor tiempo posible a nuestro destino. Combinar entre tube, overground, trenes y bus es bueno para ganar tiempo; al menos cuando es mejor o más urgente que ahorrar un par de libras.
A menos que se tenga la intención, o resignación, de perder mucho tiempo en el proceso de ir del punto X al punto Y cuando la distancia es considerable, o hay que cruzar la parte central de Londres, lo mejor, desde casi todo punto de vista, es combinar tube, tren u overground con buses. Si se tiene la suerte de que una estación está lo suficientemente cerca como para caminar, mejor.
Aunque suene entre obvio y un poco ridículo, caminar se torna rápido en parte de nuestro arsenal de sistemas de transporte. En especial cuando se está en plan de ahorrar lo más que se pueda. Por otro lado, paradas y estaciones tampoco aparecen cada 100 metros. A lo largo de zonas críticas la distancia entre paradas de bus es como de 300 metros (a ojo de buen cubero), cuando se entra en lugares no tan compactos en términos de vivienda, gente y puntos de interés la distancia puede incrementarse a los 500 (también a ojo).
Las paradas de tube parecen obedecer la regla de cubrir un promedio mínimo de tres paradas de bus en zonas críticas y hasta un par de kilómetros en zonas menos relevantes. Con la nota que a veces se siente como que cubren más porque avanzan en línea recta bajo tierra, y en contadas ocasiones parecen cubrir menos porque dan giros y vueltas que en la superficie se traducen en unas cuantas cuadras a pie. Mucho depende de la organización de calles y avenidas que de por si son bien laberínticas en esta gran ciudad.
Un detalle que aunque al principio no es muy relevante, pero no tarda en ser un elemento crítico al conocer nuevos lugares o movilizarse de manera eficiente, es todo el sistema de información que encontramos a lo largo de paradas, en panfletos y en línea. Puede no siempre ser el ideal para algunas cosas pero, en general, es el más útil y práctico.
El sitio Web oficial del gestor de transporte, el Transport For London, cuenta con un buscador de rutas bastante eficiente, mapas de todas las líneas de buses, tube, overground y trenes. Y ahora hasta es posible ver horarios en que un bus tendría que estar llegando a tal o cual parada, muy práctico cuando se accede desde Smarphone para saber cuanto hay que esperar, o si vale la pena correr el par de cuadras que nos faltan.
Las paradas de bus con techo presentan un mapa de la zona aledaña con la lista de líneas que pasan por ella, puntos importantes a los que se puede llegar con las mismas, y la ubicación de las paradas importantes encontradas en el área colindante. Suficiente información como para encontrar cómo ir donde se quiere, o regresar de donde se vino. Si bien el enfoque es guiar a los turistas y visitantes, todo este sistema informativo también resulta muy práctico para quienes viven aquí y visitan nuevos barrios o buscan como llegar donde familiares o amistades.
No hay que olvidar que en términos de escala y densidad poblacional Londres, y más el Gran Londres, abarca lo que en muchos países terminaría asimilando pueblos y ciudades menos importantes. Esto también se ve reflejado en la gran cantidad de zonas con nombre propio y sus calles centrales (high streets) con comercios, banca y súpermercados que casi con seguridad alguna vez fueron pueblos, o barrios, alejados del "centro" y ahora son parte de integrante de la mega ciudad.
Si algo resulta práctico, útil e indispensable para moverse en Londres es la tarjeta Oyster. La misma tiene el tamaño de una tarjeta de crédito, utiliza tecnología de radio frencuencia (o algo equivalente) y en su interior puede almacenar hasta tres registros de uno de lo siguiente: crédito para pagar transporte y/o travel card (un sistema de prepago semanal, mensual, multi mes y anual que permite viajar entre zonas sin pago adicional).
El crédito es en escencia dinero que se ha transferido a la Oyster para pagar bus o acceso a estaciones de tube, overground o tren. Lo práctico del caso es que en lo que respecta a viaje en bus usar este sistema, denominado Top Up, permite ahorrar cerca del 50% del costo de un ticket estándar (a tiempo del artículo costo de un viaje pagando es de 2,20 libras, con este sistema es de 1,35 libras). Si se piensa usar mucho bus, y en general cualquier medio de transporte, en Londres contar con una Oyster es muy práctico aún si no se trata de una estadía muy larga, con que sea de una semana o más casi con seguridad termina ayudando a ahorrar varias libras (tampoco una fortuna, pero ahorro es ahorro).
Las Travel Card vienen en cuatro sabores: diario, semanal, mensual y términos mayores (tres, seis meses a un año). El diario no es otra cosa que un monto de dinero equivalente al máximo que se puede llegar a pagar por viajar en tube durante un día (cubre del momento en que se compra hasta las 4:00 am del día siguiente, implique esto 24 horas, o no). Desde el semanal la cosa es más interesante porque se trata de tickets virtuales de duración determinada para viajar sin restricciones, ni pagos extra, entre las zonas elegidas. A mayor el tiempo del ticket mayores son los ahorros en comparación al costo estándar.
Londres está dividido en zonas, la idea es comprar un Travel Card que cubra aquellas en las que uno se mueve y se paga el monto extra adicional cuando se sale de ellas. Pasar por la Zona 1, que es el centro, es siempre lo más caro cuando no se la tiene incluida en la TC; esto no es otra cosa que un intento indirectamente forzado, y bastante en vano, para cortar la extrema congestión en el área.
No hay vuelta que dar que la Oyster es un concepto de lo más moderno, práctico y cómodo. De hecho, es de lo poco "futurista" con que me encontre en esta gran metrópolis del Mundo Desarrollado. Llegada la hora ayuda a ahorrar bastante siempre y cuando sepamos encontrar el balance entre Travel Card y Top Up que mejor se adecue a nuestro ritmo de commuting y/o viaje.
Casi a manera de regla general, si se mueve uno mucho en bus una Travel Card o un Bus Pass (en esencia un ticket para uso de bus con pocas restricciones, pero que si se entra al Tube hay que pagar precio completo) son indispensables. El Top Up resulta práctico cuando no estamos sumidos en la rutina de un commuting diario, o para cuando hay que pagar el extra por moverse en zonas no consideradas en el TC.
Por defecto un Travel Card de cualquier duración es equivalente a un Bus Pass más acceso al Tube sin costo adicional en zonas incluidas. Por ejemplo, tengo mi TC de Zona 2 y 3, puedo moverme en bus sin costo adicional cambiando inclusive cada parada si así lo deseo; puedo usar el Tube entre estaciones dentro las zonas indicadas sin costo alguno. Pero, si llego a cruzar por Zona 1 o paso a Zona 4 ya tengo que pagar la diferencia.
Personalmente recomendaría siempre comprar una Oyster aunque se piense uno quedar sólo una semana o menos, en especial si se piensa ir y venir utilizando bus y/o Tube lo que de plano es inevitable a menos que se tenga limosina o auto a disposición. Otra ventaja de la Oyster, al menos cuando se trabaja con Top Up, es que permite contabilizar si se ha llegado al máximo diario para bus o Tube, lo que también se vuelve en un mecanismo de ahorro a corto plazo.
A fecha de publicación del presente artículo se llegaba al máximo tras cuatro viajes de bus (en realidad tres y unos cuantos pence, centavos), o en tres de Tube (al menos entre zonas 1 y 3). Hasta donde pude comprobar el sistema es lo suficientemente inteligente como para no seguir cobrando si llegue al máximo de bus aunque sea usando un Tube. Esto sólo es importante si se habla de usar Top Up, no --tanto-- si se tiene Travel Card.
Para mayores detalles, precios y límites actualizados lo mejor es ver la página correspondiente en el sitio Web oficial de Transport For London. Vale la última nota que para Travel Card de más de una semana hay que registrar el Oyster que se tiene en el sistema de TFL, se en línea o en estaciones de Tube. Lo que no es nada tonto porque así se puede recuperar la misma en caso de perdida o robo.
Antes de que me olvide, la última recomendación para utilizar transporte --público-- en Londres es contar con un buen libro o revista a la mano, cuando no una iPad, Kindle o un Smarphone. No por nada los libros de bolsillo, y ahora las ediciones digitales, encuentran en estas ciudades con commuting sus mejores fuentes de ingreso. Tener que mirar la cara de la gente al final del día puede ser muy deprimente, y parecer distraido siempre evita tener que ceder asiento después de estar parado todo el día o que nos hable el borracho de a lado sobre su día (claro que esto no tiene porque quitar el ser caballeroso, o dama, cuando la situación lo amerita).
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