Fecha
30/04/2012
Autor
Webmaster
Lo primero que llama la atención es el particular título de la novela, El Mago Galáctico, los comentarios que tiene son buenos y la parte para degustar --presente en Amazon Kindle-- agarra muy bien. John Daulton se ha imaginado un contexto de ciencia ficción que gira sobre un mundo, Prosperion, donde la revolución mágica los está sacando de su edad medieval. A la vez que una humanidad moderna está en pleno plan de explorar las estrellas.
The Galactic Mage es una Soap Opera espacial plena, es más sobre aventura y romance que combate y guerras intergalácticas pero aún así el autor se las arregla para incluir unos extraños aliens llamados, muy apropiadamente, Hostiles. Por suerte esto, si bien le agrega interés, no es lo más llamativo de la obra.
Lo más original y divertido de la novela es como el protagonista, Altin Meade, utiliza sus habilidades de mago y su conocimiento de un tiempo equivalente a nuestra edad media para animarse a explorar el espacio exterior. Obviamente empezando poco a poco, primero con una visita a su luna, Luria.
Hay más de un punto en el que podemos temer lo peor, considerando que nosotros si sabemos lo que hay ahí afuera gracias a la ciencia y tecnología, por suerte para la aventura Altin se las arregla muy bien a la hora de evitar cualquier encuentro fatal y más bien termina con ingeniosas soluciones que dejarían boquiabierto a Harry Potter.
Como el foco de la aventura es el viaje al espacio exterior del protagonista no existe demasiado enfoque hacia los análogos tecnológicos, o mágicos, con que cuenta la gente de Prosperion. Claro que lo poco que si hay es muy interesante, un par de ellos hasta serían el gran negocio en nuestra sociedad de alta tecnología.
Mientras nuestro amigo el mago intenta llegar a Luria, en el otro extremo de la galaxia un grupo de intrépidos humanos descubre que no ha quedado ni el mínimo recuerdo de los habitantes de Andalia con quienes lograron comunicarse hace más de una década y quienes les inculcaron la esperanza de que no estaban sólos en el universo. Tragedia que no escapa a los ojos de Orli Pewter pero con la que tampoco se siente muy identificada.
Tras una década en las naves de combate enviadas a la ayuda de estos amigos intergalácticos, poder finalmente pisar suelo y ver plantas y criaturas vivas es algo que la llena de emoción. Nada de extrañar para una botánica cuyo conocimiento de los vegetales es puramente teórico, y limitado a la pequeña variedad traida con la flota por su utilidad para proveer alimento u oxigeno.
En este punto no es difícil imaginar qué pasará con ambos protagonistas, por suerte hay más de una sorpresa y la mayor parte de la novela se enfoca en las desventuras de Altin en su afán de llegar a Luria, la luna de su planeta natal.
Considerando que John Daulton a registrado el título de esta su novela como término de marca es muy probable que no tardemos en ver más aventuras, o desventuras, de Altin Meade, el primer mago galáctico, y enterarnos también de como va evolucionando la sociedad de Properion gracias a su revolución magica y la tecnología de sus nuevos amigos Humanos.
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