Fecha
30/04/2012
Autor
Webmaster
Zero Sum inicia prácticamente ahí donde termina Zero Sight. Los estudiantes de la Universidad Elliot y su profesorado apenas se están recuperando de lo vivido durante el ataque sorpresa llevado acabo por lo que parece ser un grupo terrorista ligado a narcotraficantes, lo que es peor, no tienen ni tiempo para descansar puesto que tienen que empezar el entrenamiento mínimo que requieren para sobrevivir a la tan crítica misión que tienen asignada: infiltrar al enemigo, obtener prueba del aparato ACT.
Todo lo bueno del predecesor y la forma en que lo plasma su autor, B. Justin Shier, retorna y lo hace demostrando que todos los involucrados han madurado un poco, han crecido por las experiencias vividas. Lo que no quita el humor, a veces un poco negro, que es parte de lo distintivo y atractivo de la aventura y sus personajes.
Cuando termine Zero Sight quede con el temor de a donde podría dirigirse la aventura y la historia. Con total honestidad la idea de mezclar narcoterroristas en un mundo de magia, fantasía y criaturas de la noche me dejo preocupado. Por suerte esa sensación es anulada con sólo leer las primeras páginas de la secuela; sí, son los enemigos de turno, pero nada más.
El centro de la atención lo sigue siendo Dieter Resnick y la Nosferatu Rei Acerba Bathory. Aunque en esta oportunidad la presencia de la segunda es menor puesto que por su propia naturaleza prefiere mantenerse alejada del resto del estudiantado que la mira con recelo.
Aprovechando que los personajes están en su gran mayoría ya bien definidos, Shier se enfoca más bien en desarrollar mejor el contexto en el que se encuentran. Contarnos un poco del estado del mundo en que sus personajes existen. El papel de las diferentes facciones, tanto aquellas que viven a la luz como las que subsisten en secreto y en segundo plano.
También queda claro rápido que para Zero Sum Shier se guardaba más de una sorpresa y giros en el desarrollo de la trama. No terminamos de formarnos una idea de lo que está ocurriendo para que nos la borre bruscamente por la acción, o inacción, de tal o cual personaje.
No encontre el mismo nivel ni frecuencia de humor que en Zero Sight pero el mismo está presente y aparece en el instante menos pensado, lo que siempre saca un buen par de risas cuando no una honesta carcagada.
El mundo imaginado por B. Justin Shier sigue teniendo ese aire de mezcolansa bien hecha, o bien interpretada, en la línea de Andrzej Sapkowski (The Witcher) y Sergei Lukyanenko (serie The Night Watch). A momentos suena como que se presto de todo lado pero en su conjunto es diferente, original y único a su manera. Y no hay que olvidar que por lo que sabemos hasta el momento el autor se está guardando mucho, mucho más.
Zero Sum puede ser visto como la conclusión de algunos eventos iniciados en Zero Sight, es una aventura completa que aunque deja cabos sueltos no acaba con situaciones aisladas que quedan al aire. Todo lo que termina suelto son detalles y misterios a ser resueltos en la próxima aventura, no algo relacionado con la actual. En lo que concierne a la historia de la novela esta queda en un bien establecido punto final.
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