Comparada con las dos anteriores novelas de su personaje Takeshi kovacs, Woken furies parece iniciar a medio vuelo. Me temo que esto se debe a que, a veces de manera directa otras indirecta, esta tercera aventura circula alrededor del propio protagonista. él es el foco de la misma, el centro alrededor de quien se van armando poco a poco las piezas del rompecabezas.

Es su aventura y la que pone en perspectiva todo lo que ha vivido, todo lo que aprendió, todo lo que enfrentó. Todo lo que hizo y de todo lo que a momentos se arrepiente. En el proceso el autor expone su propia visión de un futuro distópico, que puede ser fácilmente visto como una extrapolación de nuestro presente, lo bueno, lo malo y, quizá, como arreglarlo o, al menos, como mejorarlo --para todos/as.

Una de las cualidades positivas de como escribe Richard Morgan es que siempre llega el momento en que lo más obscuro de la trama es discutida entre los personajes, o repasada por el protagonista a modo de aclararse a si mismo lo que está pasando. La verdad que si bien la idea no queda nada bien en otras novelas e historias en Woken Furies y las anteriores --Altered Carbon y Broken Angels-- se mimetiza tan bien con el flujo normal de la aventura que ni se lo siente y ayuda mucho a entender cualquier detalle que parezca sacado del aire o situación que aparente estar dejada colgando.

La trama misma va desarrollándose --un poco-- en la forma en que el Instinto Envoy de Kovacs funciona. Porciones y pedazos, a veces aislados, que llegado el momento se integran y forman algo completo cuando nos topamos con la pieza faltante. En este caso el proceso se repite un par de veces pero al final diría que queda todo aclarado, aunque la solución final me sono un poco forzada.

Woken Furies transcurriría un par de décadas después de los eventos en Sanction IV y nos topamos con que Takeshi está de vuelta en su planeta natal, Harlan's World. Lo encontramos en un cuerpo sintético, que no es el propio, mal herido, y en camino al punto de encuentro que tiene con quién lo devolverá al cuerpo que en ese momento considera como el suyo. Reunión que se ve afectada por la presencia de un miembro de la mafia local, los Yakuza, y un cambio de planes que lo coloca en el camino de todas las fuerzas influyentes del planeta.

Extrañamente, la aventura no resulta tan interesante ni tan entretenida como las anteriores. Al volverse algo personal, y rodear al protagonista de misterios, secretos, problemas y tramas que nada tienen que ver con él, el todo se sienta un tanto suelto y desenfocado. Lo que no impide que la habilidad del autor se haga presente, sólo que hay algo en el ritmo que, al menos para mi, no suena tan bien como en sus trabajos previos.

Sin embargo, opinión personal aparte, Woken Furies mantiene el estilo brutal, directo y lleno de aventura, personajes interesantes, introspecciones reveladoras y jocosas, y la acción propios del universo en que habita Takeshi Kovacs. Llegada la hora parte del problema es que, al menos en la versión Kindle, está ausente el formateo del texto que permite captar más rápido y mejor el nivel narrativo en que ocurren muchas cosas. ¿Es una introspección, un recuerdo, un comentario de alguna de las omnipresentes voces que tiene el protagonista en su mente, una cita de alguien más? A momentos la cosa se torna confusa y hay que retroceder y/o releer un poco para agarrar el hilo. Nada que arruine la aventura pero si complica la lectura y el entendimiento que nos gustaría ir armando como lectores.

Woken Furies mantiene el ritmo y estilo de las dos novelas anteriores de Takeshi Kovacs pero la historia no es ni tan interesante ni la encuentro tan bien armada como en Altered Carbon y Broken Angels. Vale la pena por la aventura y para no tener vacios respecto a lo que hace y vive el protagonista pero tampoco es una de las imperdibles del autor.