La
segunda vez sin embargo fui más cuidadoso con el asunto de los sueldos
en particular, no los incremente cada año o cada vez, espere a que
la economía este estable, la educación empezó temprano,
la industria y minería también. Cada vez que era posible
creaba bloques de departamentos con rentas moderadas, casas más
lujosas para los que ganaban más, lugares de distracción,
di especial atención al ala de turismo con menor énfasis
que antes, lo cual permitió al sector crecer constantemente pero
sin tanto gasto; la industria merece especial cuidado al depender de productos
que no siempre tienen buenas cosechas, etcétera. El resultado fue
una población moderadamente feliz, poco o nada de desempleo, cero
molestias, cero contrincantes en las elecciones y cero problemas, pudiendo
cumplir así los cincuenta años establecidos y dejando una
isla en progreso con un turismo cada vez mejor, y una industria pequeña
pero floreciente, aunque claro, la falta de estructuras avanzadas en el
demo como el aeropuerto, la catedral y el estadium impidieron mejorar el
nivel de felicidad de todos.
En fin, la moraleja del asunto es que no
es posible dar mejor vida a todos si no hay dinero con que sustentarla.
Elevar los salarios de todos y construir como loco es perder capital a
la velocidad de la luz, llega el momento en que el déficit obliga
a reducir los salarios, los despidos son mayores, menos gente tiene para
pagar las infimas rentas de vivienda y entramos en un ciclo de retroalimentación
negativo. El gobierno y el pueblo se van al bombo. Crecer según
las propias capacidades es más apropiado y seguro, después
de todo habrá años que construyamos más, otros menos,
y a veces las cosechas no serán tan buenas como para que la industria
nos salve --¿suena familiar?. Por cierto que el más de lo
que obtienen las diferentes granjas va ha parar como comida, lo restante
recién podrá ser usado con fines comerciales de exportación.
Aunque
Tropico
cuenta con un par de opciones que podriamos calificar como componentes
de un gobierno corrupto, tal el caso de cobrar cuotas especiales a la construcción
y diferir dinero a través de los bancos, le falta el complejo mecanismo
de nepotismo y redes de corrupción que tienen los gobiernos latinoamericanos,
es decir, este juego sólo puede emular la corrupción de la
cabeza de estado, pero no es posible lidiar con los efectos colindantes,
y el mayor nivel de dinero que desaparece, cuando tenemos todo un gabinete
y a todas sus familias directa o indirectamente relacionadas en el proceso
de, um, filtrar dinero. En línea con su temática el juego
incluye un ingreso adicional a modo de apoyo extranjero que viene como
ayuda humanitaria y la verdad que en más de un caso es este capital
lo único que evita que el balance final del año sea negativo.
Claro que en la realidad son raras las veces que estas ayudas siquiera
llegan al balance.
Dirigir con 'mano dura' puede que ayude
a emular ese alto sistema de corrupción al ser necesario comprar
a líderes de la oposición y otorgar sueldos elevados a militares
y policía para que respalden al régimen (todo esto hablando
del juego). De entre estas características la que puso a Tropico
contra la pared fue la opción de poder eliminar o mandar a la cárcel
a cualquier opositor, más bien a nadie se le ocurrió molestar
por la alternativa de restringir los nacimientos, permitir bases militares
extranjeras o controlar el consumo de bebida dentro de la isla. Aunque
por lo visto el problema, que si bien fue noticia de EuroNews, no
paso a mayores, demostrando el nivel de interés que tal tipo de
argumentos merece.
Pero
volvamos al juego. Los gráficos son bastante buenos, en el demo
están en menor calidad para reducir el tamaño final de todo
y aún así mantienen una nitidez decente. De hecho es posible
jugar en una Pentium MMX de 233MHz aunque para poder apreciar con
mayor suavidad las animaciones, rotaciones y zoom in y zoom out
es mejor considerar al menos un equipo en la línea de una Pentium
II, mientras más memoria mejor. Los efectos de sonido son bastante
diversos, aunque tampoco tan numerosos, los saludos son en español,
una especie de chiste de los productores más orientado a compradores
no hispanoparlantes que otra cosa. La banda sonora es música centroaméricana
del orden de las cumbias y salsas, resultan bien acordes con el ambiente
pero a la larga algo monótonas (al menos en el demo que tiene pocas).
La interfaz es directa, simple, clara y
sin rodeos, mejorada gracias a la presencia de pequeños mensajes
de ayuda y/o detalle cada vez que dejamos al puntero del ratón sobre
un botón o texto. Cada estructura y cada personaje ofrece información
adicional acorde, que dependiento el caso podemos manipular o utilizar
para saber que pasa, o en todo caso que quieren. Las animaciones son simplistas
pero adecuadas, después de todo si cada árbol ondeara sus
hojas necesitariamos por lo menos una Pentium III para empezar a
ver interesante al juego. Esto no quita la opción de llegar a ver
las nubes y truenos cuando se realiza un alejamiento adecuado. Personalmente
creo que lo único que le falta es un cambio de día y noche,
y más efectos de clima, aunque es seguro que nadie va ha quedarse
a ver, o querer ver, como pasan las noches o como un huracán se
lleva media ciudad.