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| Gráficos |
7|10 |
| Jugabilidad |
6|10 |
| Diversidad |
7|10 |
| Sencillez |
8|10 |
| Multiusuario |
n/a |
| IA |
6|10 |
| Innovación |
6|10 |
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| Ficha
Técnica |
| Productor |
| Shiny Entertainment |
| Distribuidor |
| Atari |
| Clasificación
ESRB |
| Teen |
| 15/Mayo/2003 |
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| PC
Recomendada |
| CPU |
PIV |
| RAM |
512MB |
| T. Vídeo |
3D |
| VRAM |
64MB |
| Disco Duro |
3,19GB |
| CD Drive |
52x |
| Otro |
Mon. 17" |
| Demo |
n/a |
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El
2003 ha sido un año donde ambiciosos y muy esperados juegos han
sucumbido ante la avaricia exagerada de sus productores, y a veces desarrolladores.
Avaricia en el sentido de querer vender más, al mayor número
posible de personas y extendiendo al máximo su mercado; lo que --en
muchos casos-- implico simplificarlos al límite para que todo el
que pueda los compre, quitarles toda su profundidad para que el más
casual de los jugadores pueda dedicarle un par de horas sin preocuparse
de verdadera historia o jugabilidad. Esto en casi todos los casos estuvo
directamente relacionado con "consolizar" al juego para su presentación
simultánea, o a corto plazo, en consolas de última generación
como la xBox o la PlayStation 2. Enter the Matrix
es prueba final de que está tendencia no es nada buena y esperemos
que no se repita en el futuro.
Por todo lo dicho y ofertado en las descripciones
del juego, sus características, algunos gráficos, el sistema
de combate cuerpo a cuerpo y cosas por el estilo, la imagen personal que
tenía del juego ciertamente resulto siendo otra --diametralmente
opuesta-- de aquella en verdad ofertada por Atari. La jugabilidad
general de ETM, aunque posee un par de momentos en los que las acciones
del personaje se ven interesantes no deja de tener una particularidad que
se repite a lo largo de todo el juego, es muy consolero, y en el mal sentido.
El resultado final de combinar acción, con conducción de
autos, combate en autos y lucha cuerpo a cuerpo es propio de los juegos
Arcade de antaño, o de las primeras epocas de las consolas. El caso
es que se torna repetitivo rápido, es poco interesante, y a momentos
aburrido porque hay que agarrarle la combinación de movimientos
y acciones exacta para eliminar algún enemigo más poderoso
de lo normal.
Al
parecer la idea original detrás del concepto de jugabilidad utilizado
es lograr que el jugador sienta lo mismo que siente al estar en la película;
una combinación de varios estilos de acción mezclados de
manera casi impecable. El problema es que un juego tiene que ser interactivo.
Además la regla general de hoy en día es otorgar al usuario
la mayor libertad posible al momento de decidir que hacer o como llevar
acabo una determinada acción, algo que no sucede en Enter the
Matrix precisamente por su naturaleza líneal, su guión
de película más que de vídeojuego. La presencia --y
en muchos casos repentina aparición-- de escenas generadas por el
engine
sólo confirman esa sensación de que no estamos jugando, sino
sólo llevando a un personaje a través de pasos preestablecidos.
Puede que no falte quien guste de éste estilo de juego, pero personalmente
no me convence para nada.
Se suponía que el sistema gráfico
sería muy moderno, sofisticado, novedoso, atractivo y original,
¿la verdad? Pues acaba siendo muy simple, poco sofisticado y carente
de puntos que en verdad valgan destacar. Un par de efectos y animaciones
se verán bien pero no es para nada lo que esperaba, menos aún
de un engine que requiere como mínimo una tarjeta ATI
Radeon 8500 (GeForce 3). Sus texturas y ambientes son muy vacíos,
acajonados, irreales, no logran destacarse para nada, menos ofrecer la
sensación de que estamos en el mundo de lo real, según el
contexto de la serie The Matrix. Los movimientos y peleas utilizando
la habilidad focus llegan a verse interesantes un par de veces pero
no tardan en perder su atractivo. El audio ofrecido no es para nada destacable,
aunque en teoría con una Audigy 2 se podría llegar
a escuchar mejores efectos de eco y reverberación, que la verdad
sea dicha no agregarían nada al ya visualmente neutro ambiente.
Las
misiones no dejan de tener variedad pero casi siempre es la misma idea:
correr, buscar, obtener información, proteger a alguien, evitar
a los guardias, eliminar a los oponentes y evitar enfrentar a los Agentes,
punto. Muy líneal, poco interesante, poco especial y no captura
para nada la sensación de estar dentro de
La Matriz. Situaciones
como tener que escapar en auto disparando a la Arcade década de
los 70 siglo XX, no ayuda. Ni que decir enfrentar enemigos jefe cuya actividad
es cíclica como en los juegos de acción más antiguos.
Por ejemplo: pasa el helicóptero y hay que dispararle, nos deja
enemigos que hay que eliminar, luego vuelve ha pasar, si no lo eliminamos
habrá que ver venir otra oleada de oponentes y tratar de sobrevivir
para disparar de nuevo al helicóptero. Más que nuevo y original
este estilo de juego parece nostálgico.
Lo único remotamente interesante
es el sistema de combate, aquel estilo propio de las películas denominado
wire
fu, y la posibilidad de realizar movimientos súper-humanos gracias
a la habilidad focus. Lamentablemente ambos tienen esa naturaleza
simplista, y poco controlable, consolera, donde todo se reduce a presionar
botones y esperar que pase lo que uno quiere. No se ve mal pero tampoco
es tan especial, su uso está restringido a momentos clave pauteados
por el diseño de los diferentes escenarios, y utilizarlos o no carece
de repercusiones en el más de las situaciones que debemos enfrentar,
donde lo mejor es contar con buenas armas y mucha munición, y/o
cubrirse adecuadamente. El uso de armas de fuego es directo y sencillo,
arma que se queda sin munición es dejada, y podemos recoger las
del enemigo; para apuntar es con autotarget así que no hay
que esforzarse demasiado, siempre y cuando no estemos disparando al otro
lado.
Aunque
algunas animaciones están bien e interesantes, y un par de los efectos
bullet
time (esa cámara lenta propia de la serie) se ven impecables,
también hay muchos otros de dudosa naturaleza. Por ejemplo, resulta
que durante el movimiento normal de nuestro personaje (Ghost o Niobe)
es perceptible una mala decisión de diseño porque avanza,
corre en realidad, como si estuviera clavado a un palo invisible que le
guía y pareciera alzarlo sobre el piso, lo cual quita mucho del
realismo y se ve jocoso. La fluidez y naturalidad de movimiento que se
ve en otros juegos en tercera persona brilla por su ausencia. Que el conteo
de polígonos sea bajo tampoco ayuda. Las carreras de auto tampoco
se ven y/o sienten muy reales --tal vez en consola se vean/sientan mejor.
Ahora bien, todo el juego quiere ser complemento
de la segunda película en la saga por lo que existen varias escenas
de filme que fueron obviamente editadas fuera de The Matrix: Reloaded,
y que para no botarlas se convirtieron en parte del juego; el punto es
que al final llegan a ser irrelevantes. Que estén o no, no importa.
Otro aspecto sumamente consolero es el sistema de guardado y recuperación;
el primero sólo es posible en puntos clave a lo largo del desarrollo
del juego, lo cual implica volver a jugar --sin desearlo-- muchas partes,
lo que acaba rápido más aburrido que entretenido. Cargar
por otro lado está restringido a cuando nos han eliminado. Obviamente
que si andamos con cuidado no tenemos porque morir innecesariamente ya
que los puntos de salud se regeneran al igual que los de focus.
Pero aún así, hay un par de escenarios que son bastante complicados
hasta que descubrimos la indiscutible receta para pasarlos, y la misma
nada tiene que ver con la habilidad de uno.
Aquí
vale la pena analizar cuanta culpa la tiene el desarrollador, cuanta los
hermanos Wachowski y cuanta Atari, la distribuidora. En estos
momentos todos ya sabemos que las dos últimas películas son
menos de lo que muchos esperabamos, la tercera prácticamente me
pareció decepcionante. Un mundo de fantasía más sucumbe
ante los anhelos de paz interior de sus creadores. Lamentable. Aparte que
tal y como lo dejan podríamos decir que todo está como antes,
sin cambios, tan estable o inestable como al principio --situación
que tal vez haya sido forzada para el contexto de The Matrix Online.
Tremenda vuelta para retornar a lo mismo. En fin. El caso es que esperaba
mucho más de Shiny con su curriculum lleno de juegos innovadores
y jugabilidad interesante si bien no universal, pero no es éste
el caso en Enter the Matrix, ¿por qué?
El proyecto de crear el juego, y las dos
secuelas, seguro son posteriores al éxito de la primera película,
que dicho sea de paso es la única que en verdad vale la pena, efectos
y escenarios insólitos aparte. Esto quiere decir que tras elegir
quien desarrollaría el juego y las características necesarias,
a la empresa desarrolladora no le debió quedar mucho más
de un año, o año y medio para realizarlo. Lo que es peor
tenía que salir para PC, xBox y PlayStation 2 al mismo
tiempo, es decir, la jugabilidad tenía que ser suficientemente simple
como para no requerir de grandes cambios de interfaz y controles entre
las tres plataformas; idem el desarrollo de niveles y misiones; idem el
sistema de salvar/cargar; idem el sistema gráfico y la tecnología
subyacente. Es una opinión personal de que Shiny no quedo
muy satisfecho con el resultado, ni estaban de acuerdo con todas las restricciones
impuestas, pero bueno, de seguro ahora tienen capital como para hacer juegos
según su verdadero estilo: novedoso, interesante y muy jugable.
En resumen. Si lamentablemente no sucumbieron
ya a la euforia del momento éste juego no vale la pena por si sólo,
lo poco, mínimo, interesante que tiene se pierde entre su falta
de personalidad y características destacables. Sólo recomendado
para los muy fanáticos de The Matrix, o quienes siente algo
de nostalgia con aquellos juegos Arcade/Consola propios de la década
de 1970. |